martes, 31 de julio de 2018

Virgen de la Bella (Lepe, Huelva)


La leyenda de la advocación de la Virgen de la Bella se remonta a finales del siglo XV. En concreto, según un escrito del fraile Fernando de San José(1673), al 15 de agosto de 1480, cuando unos frailes franciscanos establecidos en el Convento de San Francisco del Monte, en las cercanías de la Torre del Catalán paseaban por la orilla del Río Piedras, a la altura del puerto de El Terrón y vieron cómo se acercaba una barca con tres marineros.
Cuando llegaron a la orilla los tres marineros pidieron a los frailes que custodiaran, sin abrirla, una caja que traían y que ya pasarían a buscarla en otro momento. La gracia divina hizo que los franciscanos aceptaran la misión encomendada por los marineros que nunca volvieron a volver a recoger la caja.
A medida que pasaba el tiempo aumentaba la intriga sobre el contenido de la caja entre los frailes, hasta que un día uno de ellos solicitó al cenobio que la abriera y este atendiendo su petición abrió la caja y ante todos los hermanos apareció una talla de la virgen con el niño. Ante la belleza de la misma todos exclamaron “¡Oh qué bella! ¡Es como la del cielo!”
La noticia se extendió rápidamente y desde entonces la devoción a la Virgen Bella se convirtió en una realidad y los fieles no dejaban de acudir al convento franciscano a contemplarla, a rezar y a dar limosna. El nombre del convento deSan Francisco del Monte pasó entonces a denominarse convento de Nuestra Señora de la Bella y sus ruinas se mantienen delante de la Ermita en El Terrón las ruinas de este convento.
Resultado de imagen de virgen de la bella lepe

Tiro Pichón (Jabugo, Huelva)


En las inmediaciones del municipio onubense de Jabugo, se levanta orgulloso y desafiante, el imponente edificio conocido como “Tiro Pichón”. Desde sus ventanas se contempla casi a vista de pájaro la comarca que baña el río Múrtigas y al mismo tiempo, desde los municipios cercanos, se contempla el perfil recortado de esta construcción con el respeto e incluso el miedo que inspiran las historias que de él se cuentan y que ocurren en su interior.

De arquitectura regionalista andaluza, es deducible a simple vista que tras el diseño de este edificio se esconde la mano del insigne arquitecto sevillano Aníbal González (1876-1929). El que fuera arquitecto jefe de las obras acometidas en Sevilla con motivo de la exposición iberoamericana de 1929, construyó a principios del siglo XX este edificio. Pero, ¿cómo explicar la existencia de un edificio tan suntuoso en plena sierra onubense? Su construcción responde a la táctica del primer marqués de Aracena, D. Javier Sánchez-Dalp quien se había propuesto desde el principio elevar la categoría social de su marquesado convirtiéndolo en lugar de recreo y descanso de la más alta sociedad sevillana. Aracena hasta 1833 había formado parte de la provincia de Sevilla y su segregación y posterior incorporación a la provincia de Huelva podía hacer mermar el encanto para las familias hispalenses de rancio abolengo. Para evitarlo dotó a sus tierras de construcciones de elevado valor artístico para lo cual, el marqués de Aracena, contó con el arquitecto Aníbal González con el que además estaba emparentado. El marqués en su afán por encumbrar a Aracena como lugar de reclamo para lo mejor de la sociedad de la época, llegó incluso a rodar un documental con la productora Film Dalp Nazarí con el nombre La Sierra de Aracena en 1928.

El “Tiro de Pichón” fue diseñado por Aníbal González pensando en la familia del monarca Alfonso XIII. La familia real ya conocía de sobra la comarca, de hecho Don Alfonso y Doña Victoria Eugenia, fueron los encargados de inaugurar las Grutas de las Maravillas en 1915, visita que repitieron en 1929.La familia real mostraba un especial afecto a la zona. No debemos olvidar la presencia en Huelva de importantes miembros de la sociedad inglesa victoriana a través de las explotaciones mineras de Río Tinto y el origen inglés de la reina Doña Victoria-Eugenia de Battenberg. Ante este interés de los monarcas por la zona, Sanchez-Dalp no dudó en construir para ellos un pabellón de caza donde el monarca y su familia pasaran largas temporadas estivales practicando el tiro del pichón, una moda procedente de Europa y que causaba furor entre las clases más pudientes desde el siglo XIX. Tal prestigio tenía esta practica a medio camino entre la caza y el deporte, que las sociedades de tiro del pichón llegaban a conseguir la distinción de Real Sociedad de Tiro del Pichón como es el caso de Granada.
La familia Real encontró en este rincón onubense un espacio para el descanso, especialmente las infantas doña Beatriz y doña Cristina hasta que en 1931 tras la proclamación de la II República, tuvieron que exiliarse a Roma. Hoy en día, el propietario de este magnifico edificio es el ayuntamiento de Sevilla y es que para su construcción, el marqués de Aracena pidió un préstamo al consistorio hispalense. Con el paso de los años el crédito no fue devuelto y el ayuntamiento de Sevilla ejerció su derecho y se quedó con la titularidad. En años posteriores el edificio sufrió reformas siendo la de mayor importancia la ampliación que se le hizo en 1941. Durante años, el “Tiro de Pichón” recibió grupos de escolares que escogían Jabugo para sus campamentos de verano. También se le atribuyen en la comarca funciones de hospital o sanatorio. Incluso muchas personas lo conocen como “el manicomio de Jabugo” si bien es un dato que a fecha de hoy está pendiente de ser confirmado.

Es el investigador e historiador local Jorge Medina Bernabé (autor de varias obras con la Fundación Lara) quién primero nos pone en contacto y antecedentes del lugar:”Durante la documentación de uno de mis libros sobre la Sierra de Aracena me encontré con algo curioso e inquietante… En Jabugo me hablaron de un lugar, del “Manicomio”, en el que me relataron diferentes vecinos que se viene produciendo toda suerte de fenómenos misteriosos, desde la visión de seres o siluetas luminosas en sus ventanas hasta la grabación en su interior de psicofonías y ruidos extraños, la verdad es que una vez en el lugar y en su interior pude comprobar como en realidad allí uno no está solo…
 Continuamente te sientes vigilado, acosado, e incluso puedes escuchar como te llaman voces de otros tiempos en un lugar en el que tienes la certeza de estar solo…
Es un lugar para tenerle miedo”. Con tales afirmaciones el investigador no puede menos que sentir curiosidad y acercarse al lugar a informarse debidamente sobre los extremos relatados y afirmados por el historiador. Cruzando la siempre bella Sierra Huelva, a casi 120 kms. de la capital hispalense encontramos majestuoso e impertérrito el edificio “Tiro de Pichón”, desde lo alto de la colina corona la Sierra, a sus faldas la localidad onubense de Jabugo, con mil y una tradición ganada con esfuerzo y sacrificio durante décadas sus habitantes recelosos de cámaras y grabadoras acceden ,roto el hielo de la desconfianza, a narrarnos la Historia e historia del lugar, Ángel Rodríguez relataba para “Más Allá” lo siguiente:”
En épocas modernas los jóvenes se han metido dentro alentados por historias de fantasmas y la verdad es que han salido aterrados. Dentro dicen que habita el fantasma de un viejo guardés que en vida prometió guardar y vigilar siempre el edificio y mantuvo su promesa hasta el día de su muerte, ahora muchos han visto su espectro en el interior y han podido comprobar como en ese edificio hay cosas que no pertenecen a este mundo…
 La escalera principal no se encontraba donde debiera y todo parecía extraño y ajenos a nosotros y al camino trazado entre el crujir de cristales a nuestros pies. Ante una determinada estancia Jordi Fernández realiza una fotografía…al revisar las mismas una extraña cara parece observarnos…¿El viejo guardes cumpliendo su promesa ahora eterna? En la zona de cocinas al mismo investigador algo lo golpea y toca la cabeza, entre nosotros había alguien más. Tras nosotros algo provocaba un sonido de subir y bajas escaleras de forma frenética y nuevamente los raps comenzaron a sentirse coincidiendo con una brusca bajada de temperatura…

lunes, 30 de julio de 2018

Villa Antonia (Isla Cristina, Huelva)


Una casa más dónde se descubre que acontecen numerosos fenómenos extraños. Les hablamos de la casa de Villa Antonia, situada entre las localidades de Isla Cristina y Ayamonte (Huelva).Numerosos son los grupos de investigación que han pasado por esta casa abandonada. Pero se preguntarán: Qué ocurrió allí? Esta historia de les será indiferentes.Esta casa fue construida en el año 1925, por una familia adinerada de Isla Cristina. Esta familia, era una familia que vivía muy feliz en aquel emplazamiento, hasta que un trágico día ocurre algo inesperado.
El 1 de Noviembre de 1932, Maribel, madre de las gemelas que son protagonistas, se encontraba leyendo un libro como cada tarde. Sus dos hijas, gemelas, Teresa y Julia, se encontraban jugando en el patio de su casa, como cada tarde. Tras pasar media hora de absoluto silencio, la madre comenzó a buscar a sus hijas.No las encontraba, era como si la tierra se las hubiera tragado, como si hubieran desaparecido justo delante de su propia madre.El padre, Luis Guzmán, venía de trabajar con su caballo, el cual se incorporó a la búsqueda de su hija. Todos los vecinos del lugar se hacen eco de la desaparición y comienzan un rastreo que jamás daría resultado alguno.Poco tiempo después, Maribel, la madre de las gemelas, fue ingresada en un psiquiátrico víctima de un ataque de locura.Aunque poco tiempo después, se escapó de este, apareciendo ahorcada en su casa, justo en su habitación en la planta de arriba, dónde dicen que estos fenómenos son hoy día más fuertes.El padre de familia, Luis Guzmán, falleció al poco tiempo, víctima de una Cirrosis Hepática, una enfermedad del hígado, debido al alcohol.Desde ese entonces, parece que la casa quedó maldita. Nadie ha vuelto a vivir allí, debido a los fuertes fenómenos paranormales que se registran dentro de este inmueble.Muchas son las especulaciones que hay detrás de la desaparición de Teresa y Julia, las dos niñas desaparecidas. Algunos dicen que fueron víctimas de un secuestro. Otros apuntan a la actividad en la zona de numeroso avistamientos de numerosas formas luminarias.Nadie supo jamás dónde estaban estas niñas. Nadie las vio por los alrededores. Jamás fueron encontrados sus cuerpos.                     
Pero todo el mundo hablaba de esas formas luminosas que parecían verse por los cielos de Huelva en aquella época. Muchos eran testigos de avistamientos por aquella zona.En 1932, concretamente el 8 de Diciembre, en la localidad onubense de Arroyomolinos de León, se divisa una luminaria en forma de Melón, según muchas personas lo describen, que ilumina todo el cielo de Huelva y alrededores, atemorizando a muchas de las personas que lo presencian.CRONOLOGÍALos extraños sucesos tuvieron lugar del 8 al 9 de Diciembre de 1932, fiesta de la Inmaculada Concepción. Al filo de la media noche.Por muy extraño que parezca fueron muchos los avistamientos de OVNIS en ese año de 1932, mismo año en que desaparecen estas gemelas. En las localidades de Isla Cristina y Ayamonte, se hablaba e incluso se sigue hablando, de que esta desaparición repentina de las niñas, como si se las hubiera tragado la tierra, tiene mucho que ver con estos avistamientos en aquel año por los cielos de Huelva y provincias.OTRAS VIVENCIAS EN VILLA ANTONIA.Y es que aquí no acaba la historia de Villa Antonia. Según comenta el nieto de los dueños de la casa, allí pasaban los veranos con sus abuelos. No sólo el, sino diez nietos (cinco niñas y cinco niños) y se nos ponían los pelos de punta. Cuando nos tenían que castigar nos encerraban en el torreón de la casa, al que se accedía por una pequeña escalera. Allí se escuchaban gritos de angustia y llantos. Pobre del que lo castigaran allí arriba.Un día se les olvidó a mis abuelos uno de mis hermanos allí arriba y cuando lo sacaron de noche estaba desfallecido, con fiebre y hasta tuvieron que llamar al médico.Esta casa ha ido pasando por muchas familias después de lo sucedido allí, pero casualmente, al poco de instalarse, tenían que salir de allí por los numerosos fenómenos extraños que ocurrían dentro del inmueble.Actualmente esta casa se encuentra en periodo de restauración y posiblemente será vendida y la ocupe otra familia.Estaremos muy atentos a los fenómenos que continúan produciéndose en esta mágica y terrorífica casa, llamada “La casa de las Gemelas”.

Resultado de imagen de villa antonia isla cristina

La casa del Diablo (Huelva)


La ruta guiada por edificios singulares de Huelva que se desarrolla estos días y que ha organizado el centro Puerta del Atlántico ha traído a la memoria de muchos onubenses la conocida como Casa del Diablo. Se trata de un caserón del siglo XVIII que se encontraba en la calle Palos, en las inmediaciones de la plaza Quintero Báez.
En concreto, el nombre de la casa proviene de unas figuras de caras deformes que adornaban la fachada y que se encontraban enfrentadas entre sí. La cultura popular la denominó de esa forma por la semejanza entre las caras deformes y los diablos. Los transeúntes a veces se santiguaban al pasar delante de la casa para evitar la “mala suerte” y la “mirada” de los “diablos”, según recuerda el blog La Huelva Cateta.
Sin embargo, el origen de estas caras no está claro. Podrían ser simples adornos de la fachada de un rico comerciante, pero algunas fuentes designan al edificio como sede de un hospital en épocas de epidemias. En ese caso, las caras deformes serían una especie de advertencia del peligro de contagio en su interior, añadió dicho portal digital.

jueves, 26 de julio de 2018

El pasadizo subterráneo (Gibraleón, Huelva)


En Gibraleón son muchos los que, alguna vez, han escuchado hablar de la existencia de un misterioso túnel que surcaría el subsuelo de la localidad y que comunicaría las tres iglesias existentes o bien el Convento de Santo Domingo, ya extinto, con el Palacio del Marqués, es decir el Castillo, cuyas ruinas aún siguen en pie. También algunos han creído que dicho pasadizo fue utilizado como escondite en tiempos de guerra.
Sin embargo, se trata de un relato transmitido de mayores a niños que, lejos de tener credibilidad, es fruto de la fantasía. Al menos, así lo cree el profesor José Marín, estudioso de la historia de la localidad, y que se muestra convencido de que tal pasadizo subterráneo ni existe ni ha existido nunca.
El docente, ya jubilado, explica que, en realidad, lo que sí está confirmado es la existencia de un antiguo cementerio bajo el suelo de la iglesia de Santiago Apóstol, cuya puerta de acceso, en el corral del templo, ha podido llevar a pensar a algunos que se trataba de la entrada del hipotético túnel.
También cuenta este conocedor de la historia olontense que, hasta la fecha, sólo existen datos que prueban la existencia de un conducto de agua subterráneo que parte desde la conocida como ‘Caja del Agua’, aunque se desconoce su recorrido concreto.
En cualquier caso, descarta que dicho canal tuviese dimensiones como para que pudiese ser transitado por personas o, como antaño se ha llegado a apuntar, por el marqués en carruaje tirado por caballos.
Marín comenta que este tipo de “leyendas” suele ser muy frecuente. “Pasa en Gibraleón como en cada pueblo”, explicó, al tiempo que reitera que, hasta la fecha, no se ha encontrado dato alguno que demuestre la existencia del citado túnel.
La leyenda, en sus múltiples versiones, señala también por un lado que el Marqués de Gibraleón habría utilizado dicho túnel para sus escarceos amorosos y, por otro, que a través del mismo se comunicaría con sus hijas, que habrían ingresado en el desaparecido Convento de Santo Domingo como monjas de clausura.
Además, en la mayoría de las hipótesis que han circulado sobre el supuesto túnel se relaciona a éste con el castillo de la localidad, cuya construcción se remonta a época musulmana, concretamente a una población almohade del siglo XI. En el siglo XII, fue invadido por las tropas portuguesas que tomaron como esclavos a parte de la población árabe.
En el año 1282 fue reconquistado por Castilla, reinando Alfonso X el Sabio. Posteriormente pasó a manos de Alfonso de la Cerda, quien lo perdió por falta de pago al rey. Fue también escenario de las luchas que mantuvieron los Medinacelli y los Guzmán.
El castillo fue atacado en numerosas ocasiones a lo largo de su historia, destacando el saqueo que en el siglo X protagonizaron los normandos. Para hacer frente a estos ataques, los árabes reconstruyeron las murallas y mandaron construir fortalezas por toda la zona.
También en la vecina localidad de Trigueros existe una creencia muy similar que habla de la presuntas galerías o túneles que comunicarían las iglesias de la localidad. Sin embargo, algunos vecinos, que toman como referencia el Libro XIV de Defunciones del Archivo Parroquial, aseguran que en el subsuelo de dichos templos lo único que existen son criptas, es decir, simples cementerios bajo tierra, entre los cuales no existe ninguna comunicación.
Castillo de Gibraleón (ASC)

Cristo de la Sangre (Gibraleón, Huelva)


Cuenta la leyenda que una fría mañana de mediados del siglo XVI, después de una noche de abundantes tormentas, apareció un carro que transportaba un crucificado en los muros del convento que existía en lo que hoy se conoce como la iglesia del Carmen.
Sin embargo, el vehículo, que era tirado por bueyes, presentaba una rueda rota. Tras realizarse diversas gestiones para que la imagen siga el camino que la lleve a su destino, los bueyes se negaron a andar y, pese a ser cambiados por otros, el Cristo no se movía del lugar, según recoge la Hermandad del Cristo de la Sangre y la Virgen de la Soledad en su web. “Por tanto –añade- se decidió que era una señal divina y que esa imagen del Cristo debía quedarse en el monasterio”.
Dicha imagen sería bautizada posteriormente como el Cristo de la Sangre, en referencia al que era custodiado con anterioridad en dicho convento y que procesionaba “el jueves al caer el sol”.
Cristo de la Sangre 1

miércoles, 25 de julio de 2018

Valle de la novia (Galaroza, Huelva)


Se trata de la historia del príncipe musulmán de Aracena, quien, cazando entre las riberas y bosques que rodean Galaroza, vislumbró una bella doncella de la que quedó prendido y que buscó infructuosamente. Tan ensimismado resultó, que se perdió entre la frondosidad del arbolado; su padre envió numerosas expediciones para hallarlo, pero desistió fundando una población en su honor, a la que llamo Al-Aroza, que significa ‘Valle de la Novia’ o de la deseada.
Resultado de imagen de valle de la novia galaroza

martes, 24 de julio de 2018

Fuente La Magdalena (Cumbres Mayores, Huelva)


La Fuente de la Magdalena de Cumbres Mayores cumple cien años siendo referente histórico y afectivo de la población. A lo largo de este siglo, ha experimentado distintas situaciones, desde el olvido hasta albergar un papel principal entre la población en diversas etapas históricas. Ha sido remodelada en varias ocasiones buscando su funcionalidad o su embellecimiento, y siempre ha gozado del cariño y el favor de los vecinos.
Sus orígenes parecen derivar del antiguo poblamiento cumbreño, localizado en laantigua Ausera, un lugar que fue abandonado por los vecinos cuando comenzó la construcción del castillo fortaleza de Sancho IV. Para apoyar esta tesis existe un texto del siglo XVII, donde se recogen estos datos.
No obstante, la fuente actual fue erigida en 1917, según consta en la inscripción insertada en la propia construcción. Se encuentra adosas a un muro de contención y contiene en su conjunto un abrevadero y un gran lavadero, constituyendo de esta forma un conjunto integral de aprovechamiento del agua, tal como se conocía en el pasado. Ello le otorgaba funciones de abastecimiento humano y doméstico, aprovisionamiento animal y limpieza e higiene.
El lavadero contiene un elevado número de refregaderos que seguro conformarían un lugar de encuentro y sociabilidad principalmente femenina. El rol masculino lo ocupaba el pilar donde los arrieros o agricultores abrevaban al ganado.
La población la conoce popularmente como Fuente ‘La Malena’, habiéndose convertido en la actualidad en un lugar frecuentado por paseantes y senderistas que buscan conocer este rincón simbólico de la localidad.
Aún se recuerdan las leyendas que le otorgan un papel fundamental cuando el castillo era asediado, por haber abastecido a sus pobladores, o las que afirman que existe un túnel secreto que comunicaba la fortaleza con la fuente.
‘La Malena’ forma parte del conjunto de fuentes y manantiales del término cumbreño, junto a la Fuente de la Tijera, la Fuente del Pilancrón, la Fuente-Cruz del Altozano, la Fuente del Paseo o la Fuente Nueva. Otras infraestructuras hidráulicas son los pilares Viejo, de Abajo o de La Pasuala o el pozo del Prao. Estas fuentes están comunicadas por una red de caminos rurales y vías pecuarias para la práctica del senderismo y el turismo rural.
El manantial se encuentra en el camino de la ermita de la Virgen de la Esperanza, a unos 2 kilómetros de la localidad de Cumbres Mayores, pertenece a la cuenca del Ardila-Múrtiga y está formado por rocas metamórficas por donde circula el agua subterránea. La surgencia es de tipo galería o mina de agua y actualmente no tiene funcionalidad más que paisajística, turística o recreativa.

La fuente de ‘La malena’, de Cumbres Mayores, cumple un siglo

Origen (Cortelazor, Huelva)


Una leyenda basada en resquicios etimológicos hace originario el nombre de la Corte del rey Azor, un cabecilla árabe que se independizó en tiempos de los reinos de Taifas.
Cuenta otra leyenda que en el reparto de tierras llevado a efecto por el rey castellano entre los caballeros que le ayudaron, se encontraban los hermanos Palomero a los que les tocó en parte “el territorio que media desde lo alto de la Cruz del Palomar hasta la cordillera de sierras que separan los términos de Aracena e Hinojales por aguas vertientes”. Ambos se repartieron el terreno y fundaron las actuales cortes de Corterrangel y Cortelazor. La primera obtuvo su nombre de uno de los hermanos. La segunda de su ubicación efectuada al azar (Corte al azar).
Imagen Panorámica

jueves, 19 de julio de 2018

El Cabezo de la Horca (Cortegana, Huelva)


Cuenta la leyenda que en la Cortegana del siglo XV vivía una mujer afamada por sus curas milagrosas y sus brebajes misteriosos. Todo el pueblo acudía a la casa de aquella mujer, situada en la cumbre de un pequeño cabezo a las afueras de la villa. Tal era la fama de aquella curandera, la cual gozaba del cariño de sus vecinos, que su nombre llegó a oídos de la Inquisición, recién instalada en la villa a petición del propio Alcaide. Muchas veces fue citada la buena mujer a la sede local de dicha institución, situada en una calle cercana al lugar donde aún se estaba construyendo el templo parroquial. Por más preguntas que le hacían, jamás podían encontrar en ella un motivo justo para condenarla.
Pasó el tiempo, y la buena ventura de aquella mujer se incrementaba en las tierras de Cortegana y alrededores, hasta tal punto, que la gente aguardaba a la intemperie en las frías noches del invierno serrano a que la mujer despertase para que atendiera a sus dolencias.
Un buen día, la Inquisición decidió poner fin a la fama de la mujer, elaboró una falsa condena por brujería y herejía y se dirigió a la casa donde vivía. Cuando las ordas inquisitoriales llegaron a su casa, tan sólo encontraron a su hijo, que tenía unos 15 años. El joven no sucumbió a las pretensiones de los verdugos de conocer el paradero de su madre, y por esta razón, tomaron por la fuerza al pequeño y lo ahorcaron en las faldas del cabezo donde vivía "la bruja".
Al caer la noche, la mujer regresó a su hogar, y en su amargo camino de vuelta, contempló desolada como el cuerpo de su hijo pendía sin vida de las ramas de una pequeña encina. La mujer lloró tan amargamente, que sus gritos fueron escuchados por todos los que días antes iban a su casa a por el remedio para sus males. Allí pasó toda la noche postrada a los pies de su pequeño, al cual, descendió de aquel maldito árbol y enterró en aquel mismo lugar. Acto seguido la mujer se inclinó tocando el suelo y desde lo más profundo dijo en voz alta: esta tierra que alberga en sus entrañas el cuerpo de mi hijo, injustamente asesinado por quienes actúan en nombre de Dios, y que ha sido regada con las lágrimas de mi dolor, no tendrá ánimo para nutrir árbol alguno, ni ahora ni en los días venideros.

La mujer se exilió a tierras portuguesas y nunca nadie supo nada más de ella. Aquel cabezo sigue siendo hoy el único de todo el paisaje serrano, sobre el que no hay enraizado árbol alguno. Y así es que hoy, en Cortegana, se le sigue llamando El Cabezo de la Horca.

miércoles, 18 de julio de 2018

La Iglesia Inacabada (Castaño de Robledo, Huelva)


La leyenda atribuye la construcción de este templo a los Jesuitas, que buscaban un último refugio en Castaño del Robledo antes de que los expulsaran.
Sin embargo, la historia real y documentada es que, ante el crecimiento de población que experimentaba el pueblo, se decidió hacer un templo mayor y más suntuoso que la Iglesia de Santiago El Mayor, otra joyita con más de 400 años de historia. Sin embargo, la construcción sólo duró 6 años y sólo queda lo que se llegó a levantar y los trazos del arquitecto de lo que pudo haber sido y nunca fue.
Desde entonces, y hablamos de finales del siglo XVIII, la iglesia sólo ha tenido un uso, y es que fue durante algunos años el cementerio de la localidad. Por eso, también se la conoce como la Iglesia del Cementerio, hasta que a mediados del siglo XX se construyó el nuevo y las capillas y nichos que había dentro de la iglesia se trasladaron al nuevo camposanto.
La Iglesia Inacabada de Castaño del Robledo, Huelva

Muza (Calañas, Huelva)


Cuenta una leyenda por estas tierras onubenses que "malherido y masacrado en su huída el general beréber Muza, y tras las pérdida de la batalla de Guadalete ante unos ocho mil sarracenos bajo las órdenes de Tariq ibn Ziyad, el rey visigodo Roderico, junto con algunos de los supervivientes de su fuerza real, llegó hasta el lugar donde hoy se emplaza la ermita de la Virgen de España. Allí sin fuerzas esperó escondido y murió el último rey godo".
En las proximidades de Sotiel Coronada se halla el antiguo poblado minero de Torerera. Este poblado pertenece al núcleo de población de Calañas y en él son visitables las galerías de las minas. En La Zarza y en las Minas de Perrunal el caminante disfrutará del encanto de otro poblado minero con un casino de principios del siglo XX. Aparte de este viaje por la historia, en Calañas hay diferentes rutas donde practicar el turismo ecuestre, espeleología, ala delta, pesca, piragüismo y demás deportes de turismo activo.
Ruta de los molinos.

martes, 17 de julio de 2018

Virgen de Cala (Cala, Huelva)


Cuenta la tradición, que en tiempos de los godos un pastor de la Villa, llevo a abrevar a sus ovejas a una laguna, que distaba tan sólo 500 metros del pueblo descubriendo, al borde del agua, una preciosa imagen de La Virgen con cara sonriente. El pastor la tomó y la guardó en su zurrón. Al llegar a su casa, la imagen no estaba. Volvió al día siguiente al mismo sitio con su rebaño y encontró La imagen. De nuevo la recogió y al llegar a su casa, lo mismo: La Sagrada Imagen había desaparecido. El pastor contó al párroco el suceso. Llamaron al alcalde y fueron los tres. La imagen estaba allí, en Su lugar. Decidieron construir una ermita en un lugar próximo, ya que la laguna no parecía el lugar más indicado. Pero, misteriosamente, la construcción se derrumbaba una y otra vez. La Virgen quería su ermita en la laguna. No cerca de la laguna.
La imagen antigua desapareció. Posiblemente fue robada pero también pudo ser quemada.

miércoles, 11 de julio de 2018

Aparición Virgen de las Mercedes (Bollullos Par del Condado, Huelva)


“... un pastor que apacentaba sus ganados, en las inmediaciones del sitio donde hoy se halla levantada la Ermita ó Santuario de la Señora, observó que las ovejas acudían a agruparse alrededor de un espeso zarzal, y le costaba siempre trabajo apartarlas de allí. Aproximándose un día a el sitio, vio con sorpresa y admiración, una preciosa Imagen confundida en el centro de las espinosas ramas, sin tocarle, quedándose atónito y dudando de la visión. Mas internándose a costa de afanes entre las zarzas, logró cerciorarse de la realidad, y halló a la Señora sobre un trozo de columna de mármol blanco...Tan prodigioso acontecimiento llenó de conmoción a los hijos de Bollullos, y acudieron presurosos a presenciar la maravilla de la aparición de la Sagrada Imagen conservada intacta y milagrosamente entre las zarzas, como el lirio de los valles entre las espinas, sin que los rigores del tiempo ni las inclemencia de las estaciones, hubiesen causado en ella la más leve imperfección. Todos dan gracias a Dios por aquella señalada merced que les dispensa, con la posesión de aquel rico tesoro y estimable reliquia de la antigüedad cristiana; y llegan a persuadirse de que dejándose ver allí tan peregrina Efigie de la Madre de Dios había significado la Santísima Virgen su voluntad, de permanecer en el mismo sitio parar recibir los homenajes de la devoción de aquel pueblo, ya suyo por elección y se proyecta desde luego de erigirle un Santuario, para su culto y veneración...”
Resultado de imagen de leyendas de bollullos par del condado huelva virgen de las mercedes

Aparición de la Virgen de Clarines (Beas, Huelva)


Por los años de 1300, pastoreando su ganado, Juan Bautista García, por los valles o tierras benedictinas, oía con gran melancolía tocar clarines, y movida su admiración, registraba de día el sitio donde le parecía los oía, y no veía cosa alguna, hasta que en una ocasión, subiendo de grado la admiración de ver ser aquel el sitio donde sonaba tanta alegría, exclamó diciendo: “Válgame la Virgen Santa María”, y oyó que le decía: “Yo soy contigo Juan Bautista, acércate”. Y levantando la vista vio la Sacratísima Imagen y adorándola con muchas lágrimas, decía: “Señora de dónde a mí tanta dicha”. Y hablándole la Señora dijo: “Anda y dile a todo el pueblo que me hagan aquí un templo, que seré amparo de esta tierra”, y replicó: “Señora, dirán que es mentira”. “Anda y toca en mí esa mano y te quedará sana y limpia”. Era manco de la mano derecha y tenía llaga que le cogía hasta el brazo, y llegando, con toda su dolencia y devoción, quedó sano.
Y esto fue por el mes de agosto de dicho año, y con este milagro entró por el lugar dando altas voces con abundancia de lágrimas, que con esto se conmovió todo el pueblo, y por ser conocido y atestiguado con el milagro de que todos dieron crédito, y adorando todos la Sacratísima Virgen María le dieron el título de Clarines, y esta Señora está sentada y tiene el Niño sentado al lado izquierdo sobre la ropa, y el Señor tiene un libro en la mano y esta Señora era la antigua de este mismo lugar, y fue hecha por un pastor llamado Juan, que era de santa vida, y en la total pérdida de España fue ocultada por los católicos, por más no poder, en parte tan pública como una higuera, y en tan largo tiempo nunca la vieron los sarracenos, y también dicen que nunca pudieron cometer en tal sitio barbaridad alguna, y con sus higos sentían alivio y remedio en sus enfermedades, y de aquí le llamaron el Árbol Santo y tenían puesta pena al que le cortaba o hacía algún daño.


martes, 10 de julio de 2018

El pueblo maldito (Ayamonte, Huelva)


La historia trata sobre el cabalgar de un jinete por las calles estrechas de Ayamonte. Muchos aseguran a ver vislumbrado en noches de luna llena en la zona más alta del pueblo, a éste jinete con su caballo.
Si buscamos y nos adentramos un poco más en la antigüedad de Ayamonte, comprobaremos como una civilización que habitaba la zona del Pérgamo, en el oeste de Asia Menor, los Lidios (Etruscos) tuvieron que emigrar para seguir subsistiendo. Y una parte de la civilización se establecido en la parte más elevada de Ayamonte y dieron origen al pueblo actual.
Pero no queda hay la historia trágica de Ayamonte. En el año 1640 Don Francisco Manuel Silvestre de Guzman y Zuñiga, sexto marques de Ayamonte, fue acusado por supuestamente instigar una conjura separatista en Ayamonte, apoyando la secesión de Andalucía y de entregar unos documentos que hicieron abortar la reintegración de la corona portuguesa a España.
El fin de conquistar lo que pudiese de sus Estados y hacerse con Sevilla. Por tales acontecimientos que al final fueron fallidos, en Diciembre se condenaba al marqués de Ayamonte a”...pena de muerte a cuchillo y que sea cortada la cabeza por detrás...”. Y así sucedió.
El aún Palacio del Marqués de Ayamonte, situado en la Plaza de San Francisco. Fue testigo de tal acontecimiento.
Ahora esta habitado por un pintor que asegura haber escuchado pasos e incluso cuenta que una noche pudo distinguir una sombra entre los pasillos.
Y siguiendo el recorrido paranormal del pueblo, subimos hasta las ruinas del castillo en la zona más alta de la ciudad, dónde muchas parejas confirman haber escuchado gritos desgarradores, voces y pisadas de caballos en el lugar.
En otro sector alto del pueblo, donde se ubica el cementerio, también suceden extraños hechos. La mayoría son ruidos de caballos cabalgando o batallas de jinetes. Y por el testimonio del enterrador no sólo se trata de supuestos ruidos. Que comenta que durante un atardecer se encontró a varios espectros vagando por el cementerio, seres de antaño, que cortaban cabezas, otros llevaban cabezas cortadas sujetadas por las greñas. Sus ropas antiguas le hicieron pensar en la época de la Inquisición.


El hombre de los picos de Aroche (Aroche, Huelva)


Hace tiempo estaba yo en cas de mis abuelos y a través de una ventana allá a lo lejos se veían los Picos de Aroche, a mi siempre me había gustado perderme entre esas montañas tan majestuosas.
Un día a mi abuelo dije que ¿Qué porqué no íbamos?, él un poco esquivándome me decía que era difícil acceder a esos montes
-¿no será por lo de El Hombre de los Picos?, le pregunté
-¿Quién te ha dicho esa tontería?
-Se habla en el pueblo de él, hay gente que dicen que lo han visto
-Paparrucha, son historias, leyendas, en los Picos solo viven animales
-¿Tú lo has visto?, le pregunté a bocajarro, su cara cambió de color y cruzó una mirada con mi abuela, en ese instante me di cuenta de que había algo de cierto en la leyenda
-Yo que voy a ver, ya te he dicho que es todo fantasía de la gente
-Abuelo a mi no me engañas, tú lo has visto, sabes que es verdad
Mi abuela callaba, seria, pero mirando de reojo hacia mi abuelo.
Mi abuelo me miró muy serio y me dijo:
-Lo que te voy a contar no quiero que se lo cuentes a nadie, quiero que todos sigan pensando si existe o no, que la mayoría sigan creyendo que es una leyenda.
“ Hace tiempo iba yo cazando, me encontraba “perdido” como tu dices en los Picos, vi sobre mi cabeza un gran buitre negro, lo miré al mismo tiempo que caminaba, mirando hacia arriba no me di cuenta que entre las malezas había un pozo, no estaba señalado y me caí, me hundí en sus aguas pero salí a flote, como pude me agarré a un saliente de la pared del pozo, esta era bastante lisa por lo que me era imposible salir de allí, me veía perdido, no se el tiempo que pasé dentro, solo que el día iba oscureciendo y el frio se metía en mis huesos, intente salí una y otra vez, pero volvía a caerme, cuando las fuerzas comenzaron a abandonarme, sentí que algo me golpeaba en la espalda, miré para atrás, era una gruesa cuerda que venia desde la superficie, no vi a nadie, pero sin dudarlo un instante me agarré con todas mis fuerzas, la cuerda comenzó a subir y yo con ella, al llegar arriba seguí con la mirada la cuerda, y allí a unos veinticinco o treinta metros estaba. Era alto, fuerte pelo y barba blanca, vestía harapos, sus ojos eran claros, penetrantes, nos miramos diez o quince segundos, desapareció, quise llamarlo, dadle las gracias, pero no lo volví a ver, me había salvado la vida, señalé el pozo con ramas y volví a casa.” 


Resultado de imagen de aroche huelva

lunes, 9 de julio de 2018

Las lagrimas de Zulema (Aracena, Huelva)


La leyenda conocida como La fuente de Zulema, que relata el drama amoroso vivido entre una bellísima joven mora del mismo nombre y un apuesto caballero cristiano, aún perdura fresca, en la memoria colectiva de los vecinos de Aracena (Huelva). En cualquier rincón de esta localidad serrana, de 6.708 habitantes, puede uno sentarse a escuchar la historia de ese amor imposible que se desenvolvió en medio de una pasión arrolladora y que finalmente tuvo un trágico desenlace. Hoy esta leyenda cobra interés, revive, porque pudiera ser el relato de cualquier amor frustrado entre personas de diferentes religiones y culturas en una sociedad marcada por la mezcla de razas y credos como la actual.
La historia tiene diferentes versiones e incluso recomponiendo lo que queda de la tradición oral hay cierta confusión en el relato. Esta leyenda está recogida en el libro titulado Voces de la sierra del escritor onubense Manuel Garrido Palacios, que recupera en ese volumen las distintas interpretaciones sobre el relato. La sierra de Aracena es muy rica en este tipo de historias que surten el imaginario colectivo de muchos de sus pueblos.
La leyenda se desarrolla cuando los moros de Abderramán I poblaban Aracena entre los años 933 y 937 y vivían en la llamada morería, en el interior de la fortaleza. La edificación fue tomada posteriormente por los Templarios en 1500. El actual castillo de Aracena, que se erige sobre un cerro, fue levantado en el siglo XIII sobre esa fortaleza musulmana.
La joven Zulema era hija del gerifalte de la fortaleza y se enamoró desesperadamente de un caballero cristiano. Los amantes estaban obligados a verse a escondidas, de forma clandestina, según se cuenta, en una torre de la alcazaba.
El castillo que se conserva hoy en Aracena tiene una torre almohade que se yergue sobre afiladas rocas y está llena de recovecos. Ese rincón apartado fue testigo del imposible romance, allí el amor de los dos jóvenes atravesaba cada día el infranqueable muro cultural y religioso que los separaba. Hasta que un día ocurrió lo previsible: un soldado los descubrió y contó al padre de Zulema que su hija se escapaba por las noches ayudada de una doncella para verse con un cristiano. El padre montó en cólera y cortó en primer lugar la lengua y sacó los ojos de cuajo al soldado para que no pudiese dar fe de lo que había visto ni oído. Luego esperó a que llegara la noche para acudir a la cita de los enamorados y sorprenderlos, pero cuando llegó, el joven cristiano se despedía de la joven mora para ir la guerra y se alejaba en su caballo.
El padre, enfurecido por lo que consideraba una deshonra, emparedó viva a su hija en lo más alto de la fortaleza. La leyenda cuenta que la joven lloró tanto y su dolor era tan profundo que los lamentos se oían en todo el pueblo. Y de sus lágrimas encendidas brotó un manantial que más tarde se transformó en caño: La fuente de Zulema. Esa fuente se ubica en la carretera de Aracena y tiene una formidable panorámica del Castillo. Los vecinos siguen creyendo firmemente que la fuente manó por las lágrimas de Zulema.
Resultado de imagen de leyendas de aracena huelva

Virgen de Piedras Albas (El Almendro, Huelva)


La leyenda transmitida de padres a hijos, y finalmente manuscrita en primer lugar por fray Felipe de Santiago, franciscano del convento de Santa María de la Rábida, en el año 1714, y poco después por el cura de El Almendro, D. Andrés Barba Rojo, en 1786, dice que el pastor Alonso Gómez estando con su rebaño en el Prado de Osma, en término de El Almendro, en la mañana del día 8 de diciembre de 1470, advirtió un resplandor que salía de entre las piedras. Atraído, descubrió dos imágenes de María, que le dicen al pastor:
"de Ayamonte somos, que en la pérdida de España aquí mis devotos me pusieron. Toma una de éstas y llévala al Castillo del Águila y la otra deja aquí para amparo de esta tierra"
Hizo lo que le mandaban, y dejó la Virgen de Piedras Albas en el Prado de Osma y mandó la Virgen de la Peña al Cerro del Águila, en la Puebla de Guzmán.
Actualmente la Romería, celebración profano-religiosa se lleva a cabo tras la Semana Santa, comenzando el Domingo de Resurrección y concluyendo el miércoles siguiente (Miércoles de los Burros, que hoy prácticamente ya no se celebra). El día principal es el Martes de Pascua, día de Piedras Albas. En estas fechas los romeros, llamados piedralberos acuden hasta el Prado de Osma, antiguo asentamiento de El Almendro, donde está enclavada la Ermita.
La Romeria es una celebración conjunta entre los dos pueblos, durante la cual se procesiona la imagen de Nuestra Señora, acompañada por la danza de los Cirochos (típica de los dos pueblos) y el tamboril y la toma de pendones por los nuevos mayordomos. En esta romeria, los romeros se atavían con los trajes típicos de flamenco y de gitana.

Arco de los Novios (Alájar, Huelva)


El promontorio alajareño es mucho más, como demuestra el precioso mirador desde el que disfrutar de una de las panorámicas más interesantes de la Sierra de Aracena, con la iglesia de San Marcos destacando entre los tejados de un pueblo que se desparrama creando una silueta con forma de lagarto.
La vista está enmarcada entre suaves montañas tapizadas de las múltiples tonalidades que dan los bosques de encinas y alcornoques y, más allá, en días claros, por un azul del mar que se funde, en el horizonte, con el del cielo.  
Junto al balcón se levanta una espadaña con tres campanas y, un poco más allá, se ubica un viejo arco denominado popularmente como Arco de los Novios, porque dice la tradición que la pareja que cruza de la mano por debajo se acaba casando con total seguridad.
Resultado de imagen de arco de los novios alajar

Virgen de las Rocinas (Almonte, Huelva)


Entrado el siglo XV de la Encarnación del Verbo Eterno, un hombre (1) que, o apacentaba ganado o había salido a cazar, hallándose en el término de la villa de Almonte, en el sitio llamado La Rocina (cuyas incultas malezas le hacían impracticable a humanas plantas y sólo accesible a las aves y silvestres fieras, advirtió en la vehemencia del ladrido de los perros, que se ocultaba en aquella selva alguna cosa que les movía a aquellas expresiones de su natural instinto. Penetró aunque a costa de no pocos trabajos, y, en medio de las espinas, halló la imagen de aquel sagrado Lirio intacto de las espinas del pecado, vio entre las zarzas el simulacro de aquella Zarza Mística ilesa en medio de los ardores del original delito; miró una imagen de la Reina de los Angeles de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol. Era de talla y su belleza peregrina. Vestíase de una túnica de lino entre blanco y verde, y era su portentosa hermosura atractivo aún para la imaginación más libertina».
«Hallazgo tan precioso como no esperado, llenó al hombre de un gozo sobre toda ponderación, y, queriendo hacer a todos patente tanta dicha, a costa de sus afanes, desmontando parte de aquel cerrado bosque, sacó en sus hombros la soberana imagen a campo descubierto, Pero como fuese su intención colocar en la villa de Almonte, distante tres leguas de aquel sitio, el bello simulacro, siguiendo en sus intentos piadosos, se quedó dormido a esfuerzo de su cansancio y su fatiga. Despertó y se halló sin la sagrada imagen, penetrado de dolor, volvió al sitio donde la vio primero, y allí la encontró como antes.
Vino a Almonte y refirió todo lo sucedido con la cual noticia salieron el clero y cabildo de esta villa y hallaron la santa imagen en el lugar y modo que el hombre les había referido, notando ilesa su belleza, no obstante el largo tiempo que había estado expuesta a la inclemencia de los tiempos, lluvias, rayos de sol y tempestades.
Poseídos de la devoción y el respeto, la sacaron entre las malezas y la pusieron en la iglesia mayor de dicha villa, entre tanto que en aquella selva se le labraba templo. Hízose, en efecto, una pequeña ermita de diez varas de largo, y se construyó el altar para colocar la imagen, de tal modo que el tronco en que fue hallada le sirviese de peana.
Aforándose en aquel sitio con el nombre de la Virgen de las Rocinas».


Resultado de imagen de leyendas de almonte huelva