Todos los que hayáis visitado el pueblo de Fortuna de la localidad de Murcia, conoceréis de primera mano las bondades de los Baños de Fortuna, uno de los yacimientos romanos más importantes de España.
Pero indagando un poco más sobre los misterios y leyendas de dicha localidad me he topado con una hermosa leyenda que a todos os ha de agradar.
Según cuentan los propios naturales del lugar, a tan sólo 2 Km . del centro de Fortuna y subiendo una cuesta de 300 metros , se encontrará el visitante con la Cueva Negra.
Un yacimiento romano, antes santuario ibérico religioso, impregnado de un halo de magia y misterio en donde se pueden disfrutar de unas inscripciones latinas que representan los versos más antiguos de la Eneida escrita por Virgilio en el siglo I antes de Cristo. Además de una fuente natural de supuestas aguas curativas que brota en su interior.
Esta cueva de paredes negras fue lugar de culto a ninfas que no son otras que las dueñas del agua.
Y como tal, es portentoso el efecto que se consigue si rociamos de agua las inscripciones que ganan en legibilidad y calidad.
Uno de los textos que podemos encontrar en la cueva nos sumerge en una bella historia de amor no correspondido y dice así, traducido por los especialistas: “Aguas de las Ninfas, a otros les sofocáis los fuegos. En cambio a mí junto a las fuentes me arde el amor más afanoso”.
El mayor misterio del lugar nos habla de una aparición en el interior de la cueva de dos extrañas luces cada vez que en el pueblo se declara un incendio.