Cuenta la leyenda que en tiempos medievales, la hermosa hija del comendador de Santiago en Ricote se enamoró de un valeroso oficial cristiano. Sin embargo, la tragedia golpeó sus vidas cuando el amado oficial perdió la vida en una batalla. Desconsolada por su pérdida amorosa, la joven se arrojó desde lo alto del acantilado del Salto de la Novia, encontrando su triste destino entre los torbellinos de las aguas. Su sacrificio y su amor eterno quedaron grabados en la memoria de aquel lugar.
Otra versión de la leyenda relata una historia de persecución y tragedia. La joven y su amado decidieron huir juntos para escapar de las tropas de un rey moro, quien se había enamorado de la hija del comendador. Sin embargo, su intento de escapar resultó en un destino aún más trágico: el amado fue capturado y ejecutado por las tropas árabes, mientras que la joven, en su desesperada huida, encontró la muerte en el fondo del acantilado. Desde entonces, el Salto de la Novia ha sido testigo silencioso de estas historias de amor y tragedia.