Una
de las ciudades españolas que cuenta con una larga tradición en cuando a
leyendas, es Ciudad Real. Pero, estas en demasiadas ocasiones caen en el olvido
y algo parecido es lo que ocurre con el cerro de la Atalaya un lugar muy
próximo a la ciudad.
En
este cerro ocurrieron una serie de desagradables sucesos, también es conocido
porque en él se construyó un sanatorio para cuidar a los tuberculosos.
Cuando lo construyeron decidieron hacerlo en el cerro por
la luz natural que recibía el edificio y por la corriente de aire que tendría
el mismo.
Poco
tiempo después de ser inaugurado llegó a España el tratamiento contra la
tuberculosis por lo que no tardó en disminuir el número de pacientes que
estaban ingresados, poco después el sanatorio cerró sus puertas.
Se
decidió dar al edificio una nueva utilidad, y se pensó que lo mejor sería
utilizarlo como hospital psiquiátrico infantil. Se realizaron las oportunas modificaciones
y se construyeron varios parques infantiles, un campo de futbol y una piscina.
Pero, como el número de pacientes no era muy alto optaron por admitir también a
adultos en el hospital. Nunca existieron pruebas evidentes de estos, pero
con el tiempo el hospital tuvo que cerrar. La leyenda popular cuenta que
durante la guerra civil se produjeron en este lugar numerosos
fusilamientos. Pero sin lugar a dudas
uno de los sucesos más trágicos se produjo la noche del 20 de abril del año
1987. Una pareja de novios había acudido al cerro para pasar el día en el
campo, tenían previsto regresar a la ciudad por la noche, pero esto nunca se
produjo. La pareja fue asesinada en el interior del coche por un guardia civil
que después de matar a la pareja optó por terminar también con su vida. Nunca
quedaron claros los motivos que llevaron al guardia civil a cometer los actos.
No todas las leyendas guardan relación
con sucesos trágicos, también están aquellas que guardan alguna relación con la
religión, ya que son muchas las voces que dicen que en el cerro de la Atalaya
se ha aparecido la Virgen María en más de una ocasión.
Incluso la leyenda también afirma que en
el cerro también tiene a su propia chica de la curva, y que esta aparece en la
antigua carretera que daba acceso al hospital. Se quieran creer, o solo se
traten de habladurías, lo cierto es que el cerro de la Atalaya y su sanatorio
han sido una fuente inagotable de leyendas y todas bajo el mismo denominador un
suceso trágico ocurridos en él.
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