A
mediados del siglo XVI, existía en lo profundo de la sierra de Gredos, un
granjero llamado Pablo Martínez. Este hombre era admirado y a la vez envidiado
por los demás granjeros de la región ya que todos los años conseguía una gran
cosecha de cereales.
Pero
además de buen agricultor, este hombre era también muy enigmático, se contaba que un año de grandes tormentas,
su hijo desapareció sin dejar ningún rastro mientras su padre disfrutaba de la
construcción de un ameal con el heno que había conseguido en sus plantaciones.
Se
decía que los ameales de Pablo eran los más grandes y más perfectos de la zona
y eso producía una gran curiosidad a la gente. Por ello, algunos vecinos se
escondieron entre la cebada para espiar al granjero ya que se decía que
practicaba brujería.
Con
asombro, observaron cómo Pablo se levantó y en torno a una gran hoguera cogió
una hazada y comenzó a golpear bruscamente uno de sus grandes ameales mientras
pronunciaba un extraño lenguaje. De repente comenzó a salir sangre de ese ameal
y los vecinos huyeron despavoridos. Pablo fue acusado de brujería ante el
tribunal de la Inquisición y fue condenado a muerte en la horca.
Pasaron
los años y esos amelaes se fueron secando a la vez que los hombres del pueblo
morían por su avanzada edad, pero cuál fue la sorpresa al observar que los
cadáveres de las personas, una vez enterrados, iban desapareciendo sin ninguna
explicación.
Pasaron
los años y un grupo de montañeros descubrieron en el corazón de la Sierra de
Gredos una extraña montaña con forma de ataúd, al llegar a la ansiada
cima, los montañeros
desaparecieron dejando sólo un diario de expedición de donde se ha sacado esta
historia.
La leyenda dice que ese pico fue llamado el ameal de
Pablo y que los cadáveres de la gente del pueblo fueron amontonados por Pablo y
más tarde se convirtieron en piedra, también se dice que en
la cima se puede distinguir la figura de un niño, el hijo del granjero, cuya
alma fue vendida al demonio y por último, se dice que cada vez que alguien
muere en los pueblos de alrededor, la montaña aumenta unos centímetros de
altura... así que ten cuidado si estás por esa zona ya que Pablo os puede
estar espiando para hacer crecer su ameal.
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