Narra una hermosa leyenda, que todos los pujerreños conocemos, que cuando quedó vacante el trono a la Monarquía goda, fue elegido para ocuparlo un vecino de nuestro pueblo, llamado Wamba, dedicado al pastoreo de su ganado y a labrar sus tierras.
Una comitiva de nobles y eclesiásticos recibió el encargo de buscarlo para ungirlo y coronarlo como Rey de España.
Cuando ésta lo encontró, se hallaba en el molino, en el "Río Capilla", como decimos aquí.
A pesar de la insistencia de la comitiva, Wamba se resistió a ocupar tal puesto, alegando su avanzada edad y su poca cultura.
Finalmente, dejó la cuestión a la voluntad divina, diciendo:
"Cuando este aguijado que tengo en la mano florezca seré yo Rey de España"
Acto seguido, clavó la vara en la tierra e inmediatamente después, reverdeció cubriéndose de verdes hojas y blancas flores.
Así se convirtió en uno de los últimos reyes godos de España.
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