En la conocida como
Sierra de Layos, monte al que relacionan con ciertas leyendas, tan en conexión
con Toledo, como la de la Mesa del Rey Salomón y el Grial. En relación a restos
arqueológicos, se ha documentado un poblado en altura de la Edad del Bronce
-dentro de lo que se conocen como "motillas" o "castellotes"
del Bronce Manchego- y la presencia de un santuario dentro de una cueva, que
los naturales de Ajofrín conocen como La casita de los lobos.
Porque en la Invasión de
los musulmanes en la Península Ibérica tuvo lugar un hecho curioso, y es que la
trayectoria que llevaban los invasores no era al azar, conquistando cualquier
ciudad hispánica, sino que se dirigieron rápidamente a la ciudad de Toledo,
para apoderarse de todos los tesoros sagrados y de poder de la Cristiandad,
especialmente de la Mesa de Salomón.
El Cerro Layos es una sima sagrada, que vista desde el olivar de Ajofrín presenta el perfil perfecto de un dragón acostado. Es un lugar sagrado desde el Paleolítico, varios yacimientos arqueológicos del término están a su alrededor, así como diversas necrópolis confirman la reverencia que provocaba desde la antigüedad en sus primitivos pobladores. No es extraño que su emplazamiento fuera escogido para enterrar tesoros por los visigodos. Ajofrín es uno de los pueblos más antiguos del Reino de Toledo y eso es decir mucho.
Su Historia está plagada de misterios y enigmas. Está vinculado a leyendas y tradiciones donde se describen dos objetos sagrados y misteriosos, la Mesa de Salomón y el simbólico Grial. La etimología de Ajofrín, proviene del vocablo árabe “Aljofarín”, recordemos que la Mesa, era rica en “aljófar”, pero por si esto fuera poco. Un fragmento del citado Castillo de Faras, de la leyenda, podría ser, la conocida como “Cárcel Visigoda” por parte de los Ajofrineros. En un documento de compraventa de un mozárabe del pueblo vecino de Mazarambroz, se cita una parcela de Ajofrín como colindante con “Castello de Fahr o Fhirias”. Esta parcela estaría situada en la cara del Cerro Layos que da a Ajofrín.
El Cerro Layos es una sima sagrada, que vista desde el olivar de Ajofrín presenta el perfil perfecto de un dragón acostado. Es un lugar sagrado desde el Paleolítico, varios yacimientos arqueológicos del término están a su alrededor, así como diversas necrópolis confirman la reverencia que provocaba desde la antigüedad en sus primitivos pobladores. No es extraño que su emplazamiento fuera escogido para enterrar tesoros por los visigodos. Ajofrín es uno de los pueblos más antiguos del Reino de Toledo y eso es decir mucho.
Su Historia está plagada de misterios y enigmas. Está vinculado a leyendas y tradiciones donde se describen dos objetos sagrados y misteriosos, la Mesa de Salomón y el simbólico Grial. La etimología de Ajofrín, proviene del vocablo árabe “Aljofarín”, recordemos que la Mesa, era rica en “aljófar”, pero por si esto fuera poco. Un fragmento del citado Castillo de Faras, de la leyenda, podría ser, la conocida como “Cárcel Visigoda” por parte de los Ajofrineros. En un documento de compraventa de un mozárabe del pueblo vecino de Mazarambroz, se cita una parcela de Ajofrín como colindante con “Castello de Fahr o Fhirias”. Esta parcela estaría situada en la cara del Cerro Layos que da a Ajofrín.
En relación a restos
arqueológicos, se ha documentado un poblado en altura de la Edad del Bronce
-dentro de lo que se conocen como "motillas" o
"castellotes" del Bronce Manchego- y la presencia de un santuario
dentro de una cueva, que los naturales de Ajofrín conocen como La casita de los
lobos.
El Cerro Layos es una
sima sagrada, que vista desde el olivar de Ajofrín presenta el perfil perfecto
de un dragón acostado. Es un lugar sagrado desde el Paleolítico, varios
yacimientos arqueológicos del término están a su alrededor, así como diversas
necrópolis confirman la reverencia que provocaba desde la antigüedad en sus
primitivos pobladores. No es extraño que su emplazamiento fuera escogido para enterrar
tesoros por los visigodos. Ajofrín es uno de los pueblos más antiguos del Reino
de Toledo y eso es decir mucho. Su Historia está plagada de misterios y
enigmas.
Si Ptolomeo también se interesó por este lugar.
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