Son incontables los lugares y caminos
marcados por cruces, y muchas las interpretaciones de las mismas. Señalaban
puntos de interés, recuerdan sucesos y acontecimientos, o como en la Castilla
medieval, que advertían de límites entre territorios Cristianos y Judios.
En los albores de la repoblación de
las tierras al sur del Duero, en el reinado de Alfonso VI. Por aquestos
parajes, existieron pequeños asentamientos de gentes, que levantaron hogares y
cultivaron campos en la Trascasa o en los prados de Municio.
Es parte de la cultura popular de
Prádena y se cuenta, que una niña fue sorprendida y devorada por un lobo, y que
inexplicablemente dejó de ella nada más que la muñeca de su mano derecha.
La
tradición oral seguramente ha ido mezclando con el devenir de los tiempos,
historia y leyenda lo que contaron nuestros mayores, se ha transformado en
parte de la vida de los habitantes, que transmitían el suceso de generación en
generación.
Esta cruz, cuyo asiento se encontraba
a pocos metros de aquí, recuerda el encuentro entre la niña y el animal, y
hasta donde alcanza la memoria este lugar se conoce con el nombre de "la Muñeca".
No hay comentarios:
Publicar un comentario