Esta leyenda cuenta que un noble llamado Luis Garre se enamoró de la bella doña Leonor de Ojeda, quien era hija del alcaide del Castillo de la Concepción. Pero ella ya estaba prometida con don Carlos Laredo, un morisco que se hacía pasar por cristiano. La falsa, descubierta por el noble, le llevó a la hoguera, por orden de la Inquisición.
Dos años más tarde de lo sucedido, la hermana del fallecido se reunió con Luis y, tras darle una pócima con somnífero, lo trasladó a una galera. En su intento de huida, la antorcha que portaba cayó, prendió el barco y se quemó por completo. Era un 15 de agosto, por lo que cada año en esta fecha, un estruendo anuncia la aparición del barco fantasma entre la niebla.