sábado, 10 de mayo de 2025

Los vikingos (Catoira, Pontevedra)

 Hace más de mil años, las costas gallegas recibieron la llegada de un enemigo que no esperaban: los vikingos. Desde finales del siglo VIII, los feroces guerreros escandinavos se habían lanzado a un formidable movimiento expansivo, protagonizado por una sucesión de expediciones marítimas por el Atlántico norte. Algunas llevaron a la colonización pacífica de territorios desiertos o poco poblados, como las islas Feroe, Islandia, las islas Shetland, las Orcadas, parte de Escocia y, algo más tarde, Groenlandia y Terranova.

En otros casos, se trató de expediciones de piratería o comerciales, sin que haya una frontera entre una actividad y otra. Una de esas incursiones desembarcó en Catoira, una localidad de Pontevedra en plena ría de Arousa que suponía la entrada por mar hacia Compostela. Como recuerdo de este episodio histórico, la villa celebra el primer fin de semana de agosto su romería vikinga, fiesta de Interés Turístico Internacional.

Son miles los visitantes que acuden cada año a Catoira para disfrutar de esta cita popular. La tradición viene de lejos: desde 1960, los vecinos del pueblo, disfrazados de guerreros vikingos, representan el ataque pirata a la villa. El Ateneo do Ullán, un grupo de intelectuales de la comarca, decidió entonces conmemorar el desembarco del rey Ulfo. Hasta hoy.

La fiesta alberga una sucesión de actividades desde buena mañana. Grupos folclóricos amenizan las calles desde las 10:00, y ponen su broche musical en las Torres del Oeste. Aquí tiene lugar el meollo de la jornada. Los restos que permanecen en pie de este conjunto defensivo levantado del siglo IX conservan parte de dos torres y una ermita dedicada al apóstol Santiago. Alrededor de estas ruinas, antaño fortificadas, se instala un mercadillo medieval y, a mediodía, se obsequia a los romeros con mejillones y vino de la zona del río Ulla

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