La Sierra del Suído, que separa Pontevedra de Ourense, ha revelado un gran número de petroglifos, hallados en lugares como Pedra do Valdegato (Verducido) y Pedra do Home (Estacas). Además, en la zona de Costas de Alén se descubrieron más de 30 edificaciones enterradas cuya función sigue siendo incierta. La tradición oral sostiene que pudieron utilizarse para enterrar a personas afectadas por la peste u otras enfermedades contagiosas.
El nombre Costa de Alén tiene dos posibles orígenes: por el río Alén, que separa Estacas de Barcia de Mera, y por una antigua creencia que afirmaba que allí se enterraba a los muertos. Según la leyenda, durante una gran peste, la gente era llevada a ese lugar para morir. Una historia cuenta que un niño llevó allí a su padre moribundo. Antes de morir, el padre le dijo: “Lo que estás haciendo conmigo, no se lo hagas a nadie más.” Al día siguiente, el niño volvió… y encontró a su padre sano.
En 2024, una investigación arqueológica en Costas de Alén reveló una fecha grabada en piedra: 1715, lo que confirma actividad en la zona en esa época. Se hallaron restos de hogueras y estructuras empedradas que indican una ocupación prolongada. También se descubrieron numerosos chozos (refugios de pastores), destacando los de Casariños, en la parroquia de A Laxe, bien conservados gracias al trabajo de la Comunidad de Montes.
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