viernes, 26 de enero de 2018

La Fuente del Lobo (Béjar, Salamanca)

Cuenta la leyenda, y según recoge Gabriel Eduardo Rodríguez en su libro "Viejas leyendas bejaranas", que un carbonero ejercía su modesta profesión por esos lugares; cada día, este trabajador paraba en una fuente de agua fría y cristalina para consumir las escasas sobras de su comida. Un día, después de beber, oyó un ruido y de la maleza surgió un hermoso lobo. El carbonero se quedó paralizado, el animal le miró fijamente, bebió en la fuente y emprendió una rápida huida.
El carbonero no se lo contó a nadie, pero la escena se volvió a repetir hasta que convirtió a ambos en ‘amigos’. Llegó un momento en el que ya no podía ocultarlo más y le contó a su mujer esta aventura; cada vez que hablaban de ello la conversación se iniciaba refiriéndose a "La Fuente del Lobo".
El duro invierno y la dificultad para encontrar comida volvió osadas a las alimañas, siendo cada vez más audaces, asaltando gallineros y corrales. Ante esta situación el consistorio autorizó una batida en el monte. Al atardecer los alimañeros depositaron en la Plaza Mayor cuatro lobos, tres zorros y dos gatos monteses. Los curiosos acudieron a presenciar el espectáculo, como también acudió el carbonero que, con estupor y dolor observó aquel hermoso lobo inerte, que dio nombre a esta fuente de abundante agua cristalina y fresca.

La Fuente del Lobo: su leyenda

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