El
promontorio alajareño es mucho más, como demuestra el precioso mirador desde el
que disfrutar de una de las panorámicas más interesantes de la Sierra
de Aracena, con la iglesia de San Marcos destacando entre los tejados de un
pueblo que se desparrama creando una silueta con forma de lagarto.
La
vista está enmarcada entre suaves montañas tapizadas de las múltiples
tonalidades que dan los bosques de encinas y alcornoques y,
más allá, en días claros, por un azul del mar que se funde, en el horizonte,
con el del cielo.
Junto
al balcón se levanta una espadaña con tres campanas y, un poco más allá, se
ubica un viejo arco denominado popularmente como Arco de los Novios,
porque dice la tradición que la pareja que cruza de la mano por debajo se acaba
casando con total seguridad.
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