La
ruta guiada por edificios singulares de Huelva que se desarrolla estos días y
que ha organizado el centro Puerta del Atlántico ha traído a la memoria de
muchos onubenses la conocida como Casa del Diablo. Se trata de un caserón del
siglo XVIII que se encontraba en la calle Palos, en las inmediaciones de la
plaza Quintero Báez.
En
concreto, el nombre de la casa proviene de unas figuras de caras deformes que
adornaban la fachada y que se encontraban enfrentadas entre sí. La cultura
popular la denominó de esa forma por la semejanza entre las caras deformes y
los diablos. Los transeúntes a veces se santiguaban al pasar delante de la casa
para evitar la “mala suerte” y la “mirada” de los “diablos”, según recuerda el
blog La Huelva Cateta.
Sin
embargo, el origen de estas caras no está claro. Podrían ser simples adornos de
la fachada de un rico comerciante, pero algunas fuentes designan al edificio
como sede de un hospital en épocas de epidemias. En ese caso, las caras
deformes serían una especie de advertencia del peligro de contagio en su
interior, añadió dicho portal digital.
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