martes, 28 de agosto de 2018

El rey San Fernando y su visión (Sevilla)


La devoción del rey San Fernando se remonta a su niñez. Su madre, gravemente enferma, se encomendó a la Virgen en un monasterio de Burgos. Su súplicas fueron escuchadas y de adulto, poco antes de conquistar Sevilla, el monarca pidió que se esculpiera una Virgen para entrar con ella en la ciudad. Ahí nació la leyenda. San Fernando soñó con el rostro de la talla e intentó que se reprodujese fielmente, pero ningún escultor lo lograba. Un día aparecieron dos jóvenes que aceptaron el reto. El rey les proporcionó las herramientas necesarias y los dejó a solas. Cuando alguien de palacio fue a comprobar si todo marchaba bien, descubrió que los mancebos no estaban tallando. Al contrario, rezaban en medio de un gran resplandor. Cuando San Fernando llegó, los jóvenes ya se habían marchado, dejando la Virgen con la que San Fernando había soñado. Nunca supo quiénes eran los jóvenes misteriosos.
VIRGEN

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