Cuenta la leyenda que una noche un toro que pasaba por el arrabal trianero guiado por los pastores camino de la plaza de la maestranza se descarrió de la manada. El sereno Marchena, fue avisando a todos los los vecinos al objeto de alertarlos del peligro, En su afán por cumplir con la labor fue embestido por el toro en la trianera calle Castilla. Ya en la enfermería, el sereno contó a su jefe lo sucedido señalando que el animal lo levantó por encima de los tejados de las casas y que incluso llegó a ver los palos de los barcos que se encontraban en el rio.
El Sereno Marchena se recuperó de sus lesiones ya que finalmente el percance careció de gravedad pero exageró tanto la historia que su superior le apodó como «Veleta», yencargó a la fundición Portilla & White una veleta con forma de la silueta del sereno, que se colocó en primer lugar en la torre de la antigua Capilla del Carmen luego trasladada a la actual capilla en el año 1928, quedando como testimonio de esta historia y como recuerdo a esta profesión perdida en el día de hoy.
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