Más simpática es la anécdota que se contaba en las cafeterías cercanas al Hospital Clínico. Conforme se iban conociendo los detalles de su traslado al PTS, el futuro del gigantesco edificio en pleno centro de la ciudad pareció comenzar a suscitar el interés de vecinos y ciudadanos del gigante asiático.
Así, según se cuenta en esta leyenda urbana que parece más bien un chiste, cierto día miembros del personal del centro vieron a un hombre de esta nacionalidad pasear por las distintas plantas el hospital. Aseguran que lo 'cazaron' observando con aire perdido todas las salas y estancias del edificio.
Fue entonces cuando uno de los médicos se le acercó para preguntarle: ¿Tiene algún problema, señor? Soy médico del Hospital, ¿necesita algo?. El chino se giró hacia el profesional y con gesto sonriente le respondió, no se preocupe señor, sólo estaba viendo el local.
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