El balcón central de la Sala de los Reyes del
Alcázar de Segovia muestra una cruz que rememora un suceso del que se cuentan
dos versiones distintas.
Una
de las versiones cuenta que, estando el infante D. Pedro de Castilla, hijo de
Enrique II el de las Mercedes, en el balcón en brazos de su aya, resbaló y cayó
al vacío. El aya, atemorizada, se lanzó tras el niño. Por otro lado, la versión
histórica cuenta que el infante, de 12 años, cayó mientras jugaba a la pelota
con sus amigos.
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