La
leyenda dice que, muerto San Frutos, sus hermanos abandonaron el Duratón para
ir a vivir a Caballar, donde fueron decapitados por las tropas invasoras,
arrojando las cabezas a una fuente, que desde entonces recibió el nombre de
Fuente Santa.
Las
dos calaveras han sido las protagonistas durante siglos de las famosas “Mojadas
de Caballar”. Cuando ha apretado con fuerza la sequía las reliquias han sido
trasladas en procesión, lejos en el tiempo de esta tradicional romería, hasta
ese mismo lugar para ser sumergidas en la fuente y lograr la ayuda divina en
que aparezcan las lluvias. La última mojada data de principios de los años
noventa.
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