lunes, 11 de febrero de 2019

El moro encantado (Marbella, Málaga)

Érase una vez Mustafá, un moro encantado, que conocía el secreto para acceder al fabuloso tesoro que se esconde en la Barbacana del Castillo de Marbella (los más mayores aún la recordarán, se trataba de una muralla defensiva exterior que se extendía por encima del río Arroyo de la Represa), encerrado en grandes vasijas de barro. Él que desee toda esta riqueza, tendrá que ganársela, demostrando su valentía: Mustafá custodiaba con recelo su secreto, y solo lo revelaría a quien fuese capaz de visitar por tres días consecutivos, a la media noche, la “oquedad” de la Barbacana, desafiando su impenetrable obscuridad, y lo que en ella le esperara. La primera noche, a nuestro valiente le esperaría un enorme toro negro: soportar su visión era una tarea dura, casi imposible. La segunda noche, llegaría una serpiente increíblemente grande; y la tercera, aparecería el propio moro encantado, Mustafá. Y entonces, solo entonces… se rompería el encantamiento, y nuestro valiente recibiría de Mustafá el gran tesoro, dejándole, finalmente, libre de viajar al paraíso del Profeta.
Así nos la cuenta el cronista oficial de la ciudad, Fernando Alcalá, en la apéndice de su obra “Marbella Musulmana”, basándose sobre  cuanto reportado por Pedro Vázquez Clavel, en su libro “Conjeturas de Marbella” (siglo XVIII). Hoy en día, ya casi no quedan restos de la Barbacana, englobados en la restructuración de la Avenida de Nabeul y el Parque Arroyo de la Represa, pero su leyenda sigue viva en la memoria popular. Ojalá no se pierda…

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