Hace unos treinta o treinta y cinco años, vinieron unos chicos de Granada, familia de D. Ignacio y de Venta Ratoneras y se metieron en la Sima de la Calera, allí hay una cimbra con muchos peñones, es muy honda y ancha.
Se metieron allí por curiosidad, pero una vez dentro, comenzó una tormenta enorme de agua y granizo, fue quizá la más grande que se pueda contar. Salieron los barrancos y todos los ríos y subió tanto el nivel del agua en la rambla que entró en la sima.
Los chicos iban bien provistos de linternas, comida y otras cosas, con intención de pasar algunos días y ver cómo era aquello, pero tuvieron mala suerte por la gran tempestad, todo fue mal y estuvieron a punto de morir.
Pidieron auxilio a la gente de La Huertezuela, quienes les dieron sogas y les ayudaron a salir, cuando salieron los primeros estaban en malas condiciones y pedían ayuda para sus compañeros y abrigos pues estaban helados de frío y les dieron ropas secas para vestirse.¡En qué se vieron de salir!
Gracias a Dios y a la ayuda de muchas personas que siempre hay humanidad en éste pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario