La tizná (Jerez del Marquesado, Granada)

La leyenda dice que en el año 1653 se produjo una gran tormenta, era costumbre en esas circunstancias hacer sonar las campanas para que la población se refugiase en la iglesia y rogar a Dios por sus cosechas. Tres monaguillos subieron al campanario para tocar las campanas, cuando un rayo los alcanzó. Los tres murieron “en el acto”, quedando sus cuerpos y ropas ennegrecidos. El rayo continuó su camino hacia el interior del templo produciendo destrozos varios y dirigiéndose hacia la capilla de la Purificación, quedándose a los pies de la virgen y dejando una marca negra casi en el mismo lugar donde años antes había caído otro rayo. Bajaron los cuerpos de los niños, situándolos a los pies de la Virgen. Mientras lloraban sus muertes, una luz atravesó el espacio entre la Virgen y los niños, éstos recuperaron la conciencia, sin herida alguna, mientras que el rostro de la imagen quedo tiznada como si un rayo le hubiese alcanzado.