La Casa de las Muertes se llama así por las
calaveras que adornan su fachada. En una ocasión en que se reformó el edificio,
las calaveras se redondearon y se convirtieron en bolas, pero permaneció tan
tétrica denominación y ello fue motivo suficiente para que la imaginación
popular inventara una leyenda que corrió durante muchos años. Según ella, el
nombre le venía de que en la casa fue encontrada muerta una mujer sin que nadie
se explicara cómo había ocurrido la desgracia. La maldición pesaba sobre la
casa y todo aquel que viviera en ella moriría. Esto dio lugar a que
permaneciera vacía mucho tiempo y a que la gente al pasar ante ella bajara
misteriosamente la voz. Actualmente las esferas se han vuelto a esculpir como
calaveras (mucho más pequeñas que las originales).
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