El
lugar debió estar precedido por una torre o casa fuerte que pasó por las manos
de la Orden de San Juan de Jerusalén, para terminar después en las del
Monasterio de Santa Clara, de donde le viene el apellido de la Abadesa. Torre
que seguramente se hallaría en el solar de la actual iglesia o en sus
proximidades, donde aún hoy existe la muy antigua Casa del Convento o de la
Abadesa. Es decir, hasta el siglo XIX, Torrecilla de la Abadesa fue posesión
del monasterio de Santa Clara de Tordesillas, y sobre él ejercían jurisdicción
las abadesas del mismo.
Éstas
construyeron en el pueblo un convento -posiblemente como residencia de
descanso-, del que recibe su nombre el pueblo. Se trata de la Casa de la
Abadesa, hoy residencia particular, en la que se afirma estuvo Napoleón.
La
historia, que siempre ofrece sus cinco minutos de fama a los más pequeños,
cuenta que la abadesa de Tordesillas entabló amistad con Bonaparte y, ya dentro
del territorio de la leyenda, alojó un invierno al dictador francés, como
huésped de honor. Por su parte, los de Tordesillas defienden que donde Napoleón
se alojó fue en el monasterio de su localidad. Como ninguna de las versiones
está documentada, cada cual puede elegir la que más le plazca y quedar
satisfecho.
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