En este lugar estuvo el viejo Alcázar musulmán que custodió a la ciudad desde el siglo IX al s. XIII. Un lugar urbano, coronado por las almenas y torreones para recordar a Egilona, la hija de Don Rodrigo que se refugió en la ciudad de Andújar.
Abdelazis, hijo del victorioso y conquistador Muza, se enamora de Egilona, renunciado a su religión musulmana para casarse con la cristiana. Traicionado Abdelazis por los suyos es decapitado por renegar de su condición religiosa. Egilona sufre por su amor perdido y como consecuencia de este dolor muere también.
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