miércoles, 11 de marzo de 2020
Virgen de Cuadros (Bedmar y Garcíez, Jaén)
“Estando un pastor de Jódar guardando los rebaños del común, bajo el Torreón de Cuadros, en término de Bedmar, vio posarse una blanca paloma sobre una peña, ansioso de poseerla le lanzó una honda, pudiendo atraparla viva, metiéndola en su zurrón y regresando a Jódar tras el final de la jornada, encerrándola en una caja. A la mañana siguiente abrió la caja y la paloma había desaparecido ante su sorpresa. Días más tarde regresó al mismo paraje y volvió a encontrarse con la paloma en el mismo lugar, estando muy agitada. Intentó cogerla pero no pudo y volvió a lanzarle una honda, que fue a darle en uno de los ojos. La paloma cayó herida en el ramaje, al ir a recogerla había vuelto a desaparecer, pero en su lugar milagrosamente estaba una Imagen de la Virgen con el niño. Asustado el pobre pastor avisó a los vecinos y personas principales de la cercana villa de Bedmar, viniendo todos presurosos a contemplar tal hallazgo, rindiéndole profunda veneración. Enterados los vecinos de Jódar por el pastor de lo que le había ocurrido, intentaron en varias ocasiones traerse la Imagen, alegando que se le había aparecido a uno de sus vecinos. Montada en una carreta de bueyes, los pobres animales no podían tirar del efímero peso, por más intentos que se hacían, desistiendo los vecinos de Jódar de su empeño al comprender que la Virgen no quería moverse de aquel lugar. Desde entonces todos los años los vecinos de Jódar acuden en Romería al paraje de Cuadros, para rendirle su veneración”. Ante éstos hechos, Jódar una ciudad carente de un patronazgo mariano, adoptó esta devoción como propia y durante los siglos así lo ha mantenido, costumbre que sigue perviviendo en la actualidad, considerando a la Imagen de la Santísima Virgen de Cuadros como “Patrona de la ciudad”.
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