martes, 13 de febrero de 2018

Alfonso de Paradinas (Paradinas de San Juan, Salamanca)

La  actual Paradinas de San Juan, obedece a la repoblación efectuada por los reyes de León en la Edad Media, para reforzar la frontera leonesa, frente a los territorios castellanos, integrándose  posteriormente como territorio perteneciente a la Orden de San Juan, en el Reino de León. 
Paradinas está documenta por primera vez en 1113, cuando la reina Urraca I de León la dona a la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, actual Orden de Malta, que se instaló a principios del siglo XII en Paradinas.
Pasaron por Paradinas, personajes ilustres  como: Santa Teresa, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Vasco de Quiroga, Santo Tomás de Villanueva.  D. Javier de Burgos por mandato del  Rey Fernando VII de Borbón,  en 1833, la incluyó en la provincia de Salamanca, dentro de la región de León, formando parte del partido de Peñaranda de Bracamonte.
En 1183 se trataron en esta villa las paces entre Fernando II de León y Alfonso VIII de Castilla. Las  Cortes se celebraron en el palacio situado delante de la Iglesia, y el tratado al que se llegó,   se llamo de Fresno Lavandera, por estar cada uno de los reyes en sus reinados, el leonés en Fresno el Viejo y el castellano en Lavandera, lugares    desparecido actualmente, finalmente la firma del tratado se hizo en Castronuño en el año 1185.
En  Paradinas nació el Obispo Alfonso, o Alonso, de Paradinas,  en 1395 y falleció en Roma en  1485, a los noventa años. Fue estudiante en San Bartolomé de Salamanca,  y durante su estancia en el Colegio,  demostró ser  un alumno aplicado, y por eso don Diego de Anaya Maldonado, lo eligió para asistir a la primera misa del colegio. Dicho centro escolar ya no existe,  fue reemplazado por el Palacio de Anaya, ubicado en la plaza del mismo nombre y donde actualmente se imparten las carreras de Filología, y  en los años cincuenta y sesenta,  la de Químicas .
Fue Catedrático en la Universidad de Salamanca, Obispo de la "Orden Carmelita", participando con ellos,  en numerosos encuentros en tiempos de Juan II y su valido Álvaro de Luna. En 1423 y con solo veintiocho años, ya estaba en Roma "deshaciendo entuertos"  y tomando decisiones, desde su  puesto de Secretario de Apostólico,  y como  escritor y auditor del Sacro Palacio en la Curia Pontificia. Partidario de las ideas renacentistas, manda construir en Roma a Paolo Romano, la Iglesia de Santiago de los Españoles, compró a sus expensas varias casas donde construyo, la primera parte del edificio del Hospital.
El edificio del hospital aún sigue en pie, pero tiene un uso totalmente diferente para el que se creo, y  ha sufrido cambios importantes. Ambas construcciones se hicieron para el uso y disfrute de los españoles que vivían en Roma, ya que, en los siglos XVII y XVIII, una colonia muy numerosa estaba allí. Sin embargo, al pasar los años, muchos de los españoles decidieron regresar a su país, por lo que el hospital y la iglesia entran en declive.

En el siglo XIX, la embajada española dona estos dos edificios a la Obra Pía, y más  tarde, pasa a ser propiedad de las autoridades romanas. En la fachada del edificio aún se conserva un escudo y una placa conmemorativa, donde dice  que don "Alfonso de Paradinas fue el fundador de la Iglesia y del Hospital de Santiago de los Españoles, y también el que costeó las obras ". 
Fue el Copista del Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita, que  está  en el Archivo Histórico Catedralício de Salamanca. Hay otro Primo de este Obispo, Canónigo que vivió en Salamanca después de la muerte de Paradinas, quien solicito parte de la herencia de su tío.
 También   fue mecenas y protector de su pueblo natal, quedando como testigos, las reformas realizadas  en la cabecera  y arcos de la iglesia  que hoy  es la Ermita del Cristo, y colocó allí su escudo de armas con : Un fondo dorado de oro y el chevro del mismo metal, en vértice lleva una concha.   Las conchas las colocaron en su sepulcro de Roma, en los costados del sarcófago funerario, en la Capilla de Santiago y Monserrat donde podemos verlas. 
 La ermita de Nuestra Señora del Hinojal, es del siglo XII, y localizada en las afueras del pueblo, en lo alto de un montículo, como si vigilara y protegiera al pueblo y sus gentes. La ermita fue abandonada en el año 1870, y la imagen de la Virgen trasladada a la Iglesia Parroquial, en un altar que desapareció en la restauración de la Iglesia en el año 1975. El pozo del agua milagrosa  que tiene poderes curativos contra las viruelas, fue reconstruido en 1927 y ocho años más tarde daría comienzo la reconstrucción de la ermita, como está actualmente.
Otro edificio importante en Paradinas de San Juan es la Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol,  de estilo románico - mudéjar. El templo es de ladrillo y piedra, con tres naves, la central terminada en ábside semicircular y las otras en capillas rectangulares. Sobre la meridional se alza una sólida torre de ladrillo. La portada meridional, de piedra, consta de dos arquivoltas de medio punto, sobre columnas de capiteles muy decorados. El interior es muy variado, tanto en materiales como en decoración.
Uno de los atractivos turísticos  de Salamanca por su historia y literatura, es la visita al  Huerto de Calixto y Melibea, como  uno de los lugares más conocidos de la capital del Tormes. Una puerta de hierro  nos recibe, donde se paran los turistas  a fotografiarse, pero en lo que no se  detienen, es en contemplar los dos escudos que hay sobre ella.  
EL Huerto de Calixto y Melibea, es un jardín de tradición musulmana, que  nos remonta a la Edad Media, tiene este nombre,  porque se supone que fue el lugar  donde  Fernando de Rojas se inspiro  "para escribir la famosa novela la Celestina".
Este parque fue inaugurado el día 12 de Junio de 1981, con motivo del hermanamiento de Coímbra y Salamanca, como se refleja en la inscripción en el monumento donde está la vieja Celestina y en la parte inferior "los amantes" Calixto y Melibea, cerca de este monumentos hay un árbol centenario, clasificado como moral de la clase Morus Nigra, con un perímetro de 2.40 metros y tratado de una grieta que tiene en el tronco.
Este árbol es una testimonio de otra época, cuando se plantaron morales y después moreras (Morus Albu) para la cría de gusanos de seda , industria que tuvo un gran desarrollo en Salamanca durante los siglos XVIII y XIX.
En la década de los años cuarenta en Salamanca, había una afición importante  de los niños, por la cría de gusanos de seda, no había casa en la Ciudad donde no existiera una caja de cartón de zapatos, donde los cuidábamos,  los adquiríamos pequeños y como comiendo hojas de morera, sin parar; crecían y engordaban. Recuerdo que en una tintorería de la calle Bodegones el dueño, que se llamaba Pepe, tenía en el patio una morera y vendía por una perra gorda de las de entonces, un puñado de hojas.
Los gusanos siguiendo su ciclo evolutivo, formaban los capullos de seda y en su interior la metamorfosis les convertía en una mariposa, que antes de morir depositaba los huevos en las paredes y el fondo de la caja, para futuras generaciones de gusanos de seda. Ahora me llama la atención al conocerlo, que esta faceta, fuera nada menos que una importante industria en el pasado de la ciudad de Salamanca.

Después de unos años en Roma, Alfonso de Paradinas decide volver a su patria natal. Al llegar a España lo nombran obispo de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, pero quiso tener presente su labor en la ciudad romana, y de ahí que colocase los dos escudos sobre la puerta de su casa, un arco de medio punto, de estilo gótico, que hoy en día hace de entrada en el Huerto de Calixto y Melibea.  Alfonso de Paradinas quiso recordar en su casa salmantina la etapa de su vida que vivió en la ciudad eterna, y lo hizo colocando esos dos escudos. Cuyo significado desconocen la gran mayoría de quienes pasan por allí, igual que ocurre con otros muchos monumentos y edificios de Salamanca.

Con el tiempo decidió, pasar sus últimos años en la ciudad eterna, donde falleció a los noventa años de edad. Sus restos fueron enterrados en la Iglesia de Santiago de los Españoles, pero con las reformas posteriores que sufrió, finalmente se depositaron en la Iglesia de Montserrat, donde aún se puede contemplar el sepulcro de Alfonso de Paradinas.
Los días 29/30 de junio se celebran las fiestas patronales de San Pedro en Paradinas de San Juan, poco o nada conocía yo entonces del personaje de Alonso de Paradinas y lo que  significaba en la historia de Salamanca de los siglo XIV y XV, para los jóvenes que vivíamos en el vecino pueblo de Zorita de la Frontera, lo más importante de Paradinas, eran las fiestas, en una fecha que coincidía con las vacaciones de verano, de los que estudiábamos el Bachillerato en la Ciudad del Tormes.
Había festejos taurinos populares (las llamábamos "las vacas")  y también el "baile" con dos sesiones la primera al final de la tarde en el exterior de la plaza, y el de la noche, de más entidad y como acto social,  que comenzaba, después de la cena, finalizando de madrugada.
Recuerdo uno de los años, como un grupo de los amigos del pueblo, volvíamos a Zorita, a altas horas de la madrugada,   a pie, ahora es mejor decir caminando o andando,   por los caminos de tierra, que así eran entonces,   todos los que comunicaban la mayor parte de los pueblos de la Provincia salmantina, después de la larga jornada festiva en el pueblo, donde ahora se, que nació Alonso de Paradinas.

El último fin de semana de agosto se celebra la romería de Nuestra Sra. del Hinojal. Tradicionalmente era el día 8 de septiembre, y que fue trasladada para que hubiera más afluencia de gente. En las tiendas del pueblo si lo visitas, puedes encontrar  y comprar una caja o más de madalenas de calidad, que llevan el Nombre de Nuestra Señora del Hinojal.

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