Alfonso
IX mandó construir la muralla al abrigo de la antigua muralla romana con cuatro
puertas, Se creé que rodeaba la Villa, para su mejor defensa. Desde su torreón
se divisaba toda la zona, hoy todo en ruinas, en aras de que la administración
tome interés en reconstruirlo.
El
Señorío de Salvatierra fue entregado por Juan II a Fernan Alvarez de Toledo,
quien probablemente levantara el castillo. Protegía la margen izquierda del
Tormes y el paso del río.
Salvatierra
de Tormes se encontraba cercada por una muralla de lajas de pizarra cuyos
restos aun se levantan sobre las aguas del pantano. La Villa tenía cuatro
puertas de entrada realizadas en granito: la Puerta del Caño,
la Puerta de Santa María, la Puerta del Postigo y la Puerta
del Río Tormes, que es la única que se conserva en la actualidad y que ofrece
una extraordinaria panorámica del pantano de Santa Teresa y
el hermoso entorno natural que rodea la Villa.
El Castillo
de Salvatierra de Tormes es una construcción del siglo XIII, con reformas
del siglo XV y posteriores, que demuestran su uso como palacio o residencia
condal. Se trata de un edificio rectangular de tres plantas realizado en lajas
de pizarra a excepción de las esquinas y puertas que son de granito. Las ruinas
de esta impresionante edificación, conocida como el Castillo de la Mora
Encantada y ubicada a los pies del pantano, definen el bellísimo perfil de
Salvatierra de Tormes. Se conserva lados del palacio rectangular, así como
gran parte de los muros del recinto, que estaba protegido por torres
circulares. Un recinto externo también rectangular preparado para fusilería y
un bastión artillero sobre el pantano.
En
muchos lugares de España podemos oír hablar de la leyenda de la mora
encantada, suele tratarse de una bella mujer con largos cabellos que
peina con un peine de oro y que aparece en la noche de San Juan en el torreón
de una muralla o de un castillo.
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