En
la plaza mayor de Cuenca, se encontraban reunidos los dos hermanos
protagonistas de la leyenda de la piedra del caballo, los hermanos eran
gemelos, ambos compartían su elegancia en vestir, su agilidad con los caballos
y su valentía en el manejo de la espada.
Donde
se podría encontrar sus diferencias era en sus personalidades, “Nicolás”
ferviente religioso, pacifista y de comportamiento sencillo. Por la otra parte,
“Juan” el otro hermano gemelo era travieso, impulsivo y con cierta costumbre de
cortejar a toda dama.
Con
toda la fiesta en su máximo apogeo, una bella dama se cruzó en el camino del
hermano gemelo de carácter sencillo, los dos quedaron enamorados a primera
vista, en los días de fiesta posteriores se buscaron por las calles del casco
antiguo de Cuenca sin éxito.
Así
que, la joven se empezó a escribirse cartas con Nicolás, donde manifestaba su
amor hacia Nicolás y sus deseos de conocerlo en persona, una de esas cartas,
por culpa de la semejanza física de los hermanos gemelos, fue entregada al
hermano equivocado.
“Juan”
el hermano gemelo, ignorando que el relato de la carta no era para él, no tardo
en asistir a la casa de la bella mujer y conocerla haciéndose pasar por su
hermano.
Cuando
Nicolás, enterado de todo esto, fue en busca de su hermano para batirse en
duelo, donde lo mato en un ataque de ira, busco huir de la escena de aquel
fatídico crimen, pero cuando se disponía a cruzar el río Júcar, la corriente
les arrastro, a él y su caballo, el caballo se golpeó con una roca, desde
entonces a esa roca se le llama, la roca del Caballo por esta sencilla
historia.
Nunca
se supo más de Nicolás, no sabemos si consiguió sobrevivir , si pudo cruzar el
río, ni quien presencio esta leyenda para poder luego contarla y que llegara
hasta nuestros días.
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