Otra leyenda se refiere al nombre del monte Santo Pítar que pertenece a la jurisdicción de Málaga, pero linda con El Borge. Al parecer moraba en su cumbre un santón musulmán que a diario llamaba todos los días a la oración haciendo sonar una caracola, y al oírle las gentes del pueblo exclamaban: “el santo pita”. Esta leyenda oculta una lectura más histórica, puesel nombre del monte, según algunos estudios, es la arabización de la forma mozárabe Sanctu Petru (SanPedro), que se transforma en Santo Pítar.
Una tradición en desuso, por razones obvias, es la forma de declararse los amores entre mozos y mozas con la intención de formalizar las relaciones, tanto en El Borge como en Cútar. En El Borge el Domingo de Resurrección y el día de Navidad en Cútar, pues en ambos pueblos se practicaba la misma tradición. Se trataba de que los mozos que querían pedir la mano de una moza, esperaban en la puerta de la iglesia una vez concluida la misa. Las mozas casaderas salían del brazo de sus madres o tías, teniendo buen cuidado de salir de una en una, y cuando un mozo veía a la chica que quería pretender, se acercaba y, sin mediar palabra, le disparaba un tiro de fogueo a un metro aproximadamente de los pies e inmediatamente se retiraba. Por la noche se dirigía a la casa de la pretendida y si en lugar preferente de la mesa había dos sillas juntas vacías, significaba la aprobación de la familia a dicho noviazgo, en cuyo caso ambos, mozo y moza, se sentaban a la mesa, dando por oficial el noviazgo, pero si por el contrario, no encontraba las susodichas sillas en su visita, significaba la no aprobación de la familia. Decepción sin límites.
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