Una leyenda apunta a que el origen de los apodos de Alfarnate (palancos) y Alfarnatejo (tejones) tenga más de leyenda que de base histórica. Según la tradición, enel único camino que unía las dos localidades cayó una piedra de considerable tamaño como consecuenciade unas fuertes lluvias, de modo que el paso quedó interceptado, y para dejarlo expedito la gente de Alfarnate decidió llevar hierros y palos para utilizarlos a modo de palancas, en tanto que los de Alfarnatejo aportaron picos y palas con la intención de socavar el terreno y hacer que la piedra rodara monte abajo,método éste que al final resultó ser el más efectivo,porque la piedra, efectivamente, cayó por su propio peso hasta el valle, donde todavía permanece, segúnse dice.
Cuenta una tradición que cuando un mozo pretendía iniciar relaciones con una muchacha casadera, loque popularmente se conocía como hablarle a unamoza, tenía que buscar una porra o bastón tosco y encaminarse con él durante la noche hasta la puerta de la casa de la chica que pretendía en noviar. La moza conocía, por supuesto, al muchacho que le había dejado durante la noche el bastón a las puertas de su casa; ahora tenía ella que decidir qué hacer con la porra. Si el chico no era del total agrado de la moza o no eraun buen partido, la chica dejaba la porra fuera; pero por el contrario, si se consideraba una buena boda y la muchacha estaba enamorada de él, cogía el bastón y lo introducía dentro de la casa, con lo que se manifestaba la aprobación familiar al inicio de las relaciones.
Una vez que la primera fase de porra dentro, porra fuera había finalizado con éxito y cumplido un plazo de relaciones, la novia confirmaba la fecha de laboda, compraba los vellones de lana necesarios para confeccionar el colchón e iniciar otra tradición, el desmontao, un rito seguido por toda la comunidad.
Los vellones debían ser lavados para quitarles el olor y la suciedad, siendo la costumbre que por la mañana temprano la muchacha casadera se acercaba a la Fuente del Conejo para fregotearlos, y, una vez secos,se reunían todos los solteros y solteras en casa de la novia para proceder a lo que llamaban el desmontao (quitarle las impurezas, pinchos, etc.). Esta operación que duraba de diez a quince días, se convertía en reuniones festivas a las que los chicos y chicas jóvenesno podían asistir porque los mayores contaban historias y chistes subidos de tono.
Alfarnatejo tiene su leyenda del tesoro escondido, como ocurre con la generalidad de los pueblos depasado árabe. Esta leyenda ha sido recientementere frescada con la llegada de extranjeros venidos delnorte de África que buscaban un tesoro siguiendo un plano que hablaba del Tajo de la Gomera (Tajo deGómer) con las medidas referenciadas en varas apartir de una piedra que tenía clavada una herradura.
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