Hay
en la ermita de Lastras de Cuéllar, una imagen muy vieja de Santa Elena,
conocida popularmente como «La Pedigüeña». A esta imagen le iban a pedir agua
los vecinos en caso de sequía. Para ello se juntaban en procesión hasta la
cercana fuente de Santa María de Salcedón, que está situada en un prado
inmediato. Sumergían la imagen y casi siempre concedía agua al poco tiempo.
Un
año, tras una sequía muy prolongada, se decidieron los vecinos a sacar a «La
Pedigüeña». y, en efecto, tras sumergirla, comenzó a llover y a llover; tanto
que los vecinos llegaron a sus casas contentísimos y empapados. Pero lo peor
era que seguía lloviendo y lloviendo sin parar . Así pasaron ocho días. y como
ya estaban alarmados y pidiendo que cesara aquel diluvio, se acercaron dos
hombres hasta la fuente. En ella encontraron flotando un resto de madera que se
había desprendido de la imagen de «La Pedigüeña». Sacarlo del agua y escampar,
todo fue uno.
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