jueves, 8 de marzo de 2018

La Sábana Santa y sus viajes (Escalona del Prado, Segovia)


Según cuenta la leyenda, del todo rocambolesca, era el primer paño que envolvió a Jesús al nacer y fue una donación de 1297 a la catedral del mercader de la ciudad Arnau Solsona, que la tenía en su poder porque tras ser capturado junto a su mujer Elisenda y su hija Guillamona por el rey de Túnez en una incursión en Mallorca, y después de que éste tomara como esposa a la joven, ella aprovechó su situación de privilegio para descubrir los tesoros del palacio, entre los que estaba la reliquia, que había sido traída desde Jerusalén después de que Saladino se la regalara al monarca tunecino, la robó y se la entregó a su madre, que de vuelta a Lérida, poco antes de morir, le confesó a su esposo que la tenía y éste la entregó a la catedral, donde comenzó a ser venerada tanto por peregrinos como por las monarquías aragonesa y española, de ahí que la Cofradía de Santa María y el Santo Pañal se convirtiera en Real Cofradía, hasta su desaparición después de haber sido depositada en el Banco de España durante la Guerra Civil. Lo que sí se conservan todavía son unos pocos hilos en el Museo Diocesano, donados por la familia Puig, que los tenía porque se los había regalado un canónigo de Lleida por haber guardado la reliquia durante la Invasión Francesa, y otros pocos más en la parroquia de san Zoilo de Escalona del Prado, en Segovia, donde llegaron por una donación de fray Pedro de la Cruz, que los había recibido del conde de Peñaranda, que a su vez los tenía porque Felipe IV se los había cedido, que los tenía porque se los había cambiado al rey Leopoldo por un fragmento de la Veracruz. 


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