viernes, 12 de abril de 2019

Los infantes de Lara (Córdoba)

Según cuenta la leyenda desde hace muchos siglos en la versión sanchina de la Historia de España, donde se recoge un antiguo cantar de gesta en el reino de Castilla que fue compuesto sobre el siglo X, aproximadamente hacia el año 990, y que ocurrió en la boda entre doña Lambra, natural de Bureba y don Rodrigo de Velázquez (conocido por Ruy de Velázquez),  hermano de doña Sancha Velázquez, que estaba casada con don Gonzalo Gústioz, Señor del enclave de Salas, ambos padres de los siete Infantes de Lara (o de Salas).

En dicha celebración se enfrentan los familiares de doña Lambra con los hijos de su cuñada de doña Sancha. En este altercado muere Álvar Sánchez, primo de doña Lambra, a manos de Gonzalo González (conocido por Gonzalillo), el menor de Los Siete Infantes de Lara.

Poco tiempo después estando bañándose Gonzalo González (Gonzalillo) como Dios lo trajo al mundo, es visto por doña Lambra, suceso que doña Lambra lo consideró como una provocación sexual a propósito, este hecho lo interpreta doña Lambra a su favor como una grave ofensa, y lo aprovecha  para vengarse de la muerte de su primo Álvar Sánchez, que a dicha fecha aún no había sido satisfecha, y ordena a su criado arrojar y manchar a Gonzalo González (Gonzalillo) con un pepino relleno de sangre, ante la risa burlesca de sus seis hermanos.

Gonzalillo reacciona matando al criado de doña Lambra, que se había refugiado bajo la protección del manto de su señora, que queda salpicado de sangre.

Doña Lambra convenció a su marido don Rodrigo (Ruy de Velázquez) para que urdiese un plan y vengarse de su sobrino Gonzalillo por los hechos acaecidos. Para dicha venganza don Gonzalo Gústioz (Señor del enclave de Salas) y padre de Gonzalillo González, es enviado al moro llamado Abu Amir Muhammad ibn Abi Amir al-Mansur (conocido por Almanzor 938-1002) primer Ministro del Califa de Córdoba Alhaken II (961-976), con una carta cuyo contenido ruega a éste que el portador de la misiva fuese asesinado; por supuesto que el portador de la carta y padre de los infantes desconocía su contenido, ya que estaba escrita en árabe.

Almanzor se apiada de don Gonzalo Gústioz y se limita a retenerlo preso en Córdoba en la casa de Las Cabezas, nombre por el que fue conocida con posterioridad, ya que consideraba que era excesivo el sufrimiento de su cautivo, que es aliviado por Fátima hermana del propio Almanzor.



El marido de doña Lambra, don Rodrigo (Ruy de Velázquez) dirigió a los Siete Infantes de la Lara a una emboscada ante las tropas musulmanas, don Nuño Salido, tutor de los Siete Infantes de Lara se enteró de la felonía de Ruy de Velázquez e intentó avisar a los Infantes, pero fue asesinado junto a ellos en los campos de Soria, y que a pesar de su valía guerrera, son decapitados y sus cabezas son enviadas  a Córdoba por órdenes de su tío don Rodrigo (Ruy de Velázquez), donde son contempladas por su padre  don Gonzalo Gústioz ante Almanzor, y que según la leyenda fueron expuestas en la calle de los Arquillos.

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