Sería el caso de lo ocurrido en el verano de 1955, en el caluroso mes de agosto. Fue entonces cuando frente a las costas de Tarifa se comenzó a mover un ser marino extraño, de gran tamaño y formas poco definidas.
Aquel animal llegó a acercarse a tan sólo 15 metros del muelle de la hermosa localidad gaditana y la noticia trascendió a los medios de comunicación merced a los testimonios de los testigos: “era de grandes dimensiones, con cuatro o seis grandes brazos a ambos lados, con los que chapotea en el agua, como si bracease. Si siente algún ruido, se sumerge verticalmente, dejando espuma en el agua”.
Los testigos lo describían como un pulpo pero su tamaño era inmenso. El suceso creó una gran expectación e, incluso, muchos curiosos se acercaban a las inmediaciones de muelle o playa para ver si veían al misterioso animal.
Pronto se le bautizó como ‘el monstruo de Tarifa’ e influyó en su población, algunos pescadores buscaron otro lugar donde faenar mientras aquel animal rondara sus aguas. Algún osado trato de salir a darle caza pero todo fue inútil.Aquel pulpo gigante decidió buscar aguas más tranquilas, con menos curiosos.
Nadie supo jamás, a ciencia cierta, como era, sólo se sabía que tenía tentáculos y que podría ser una suerte de cefalópodo (pulpo) o calamar gigante. En las leyendas marinas los llamados Leviatán o Kraken que tan temidos eran en las aguas de los siete mares y, por supuesto, en Cádiz.
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