jueves, 17 de enero de 2019

El cementerio de San José (Cádiz)

El cementerio de San José ha sido, según nos cuentan algunos de sus trabajadores, lugar de numerosos fenómenos paranormales, incluso para tratarse de un cementerio. Concretamente uno de ellos, Alfonso Cozar Romero, vigilante del lugar durante varios años, fue entrevistado por reporteros trabajando en temas paranormales, a los que contó varios sucesos que corroboran otros trabajadores del lugar. He aquí algunos ejemplos de lo que afirmó:
Una noche se encontraba en la caseta del guarda, haciendo su trabajo, y habiendo ya cerrado el cementerio, era muy tarde. Se puso a ver la tele en la caseta y de repente alzó la vista y vio que fuera, entre los nichos, se encontraba un joven con camisa de marinero y vaqueros, que le estaba mirando y le hacía señales para que fuera. 
    Alfonso salió y pensó que tal vez el joven se había quedado encerrado accidentalmente y quería salir, pero en su lugar continuó haciéndole señales con la mano para que le siguiera. El guarda le siguió, pero tras doblar una esquina el joven se esfumó. Alfonso vio que en una de las tumbas de la zona estaba la foto de ese mismo joven con la misma ropa que llevaba en ese momento.
    Alfonso vivió otros momentos de verdadero pánico cuando estando en su caseta de vigilancia, algo le golpeó en la espalda haciéndole caer. Temeroso de que alguien hubiese entrado para agredirle, se giró rápidamente y vio que se encontraba completamente solo. Según afirma, nada más darse cuenta los objetos de su caseta-despacho empezaron a moverse.
    En otra ocasión escuchó que, de muy cerca, alguien le hablaba en susurros llamándole "Primo…Tito..." Su primo estaba enterrado allí desde 1987, y Tito era el nombre que le daba a Alfonso. Alfonso sintió el impulso de ir a su tumba y, para su horror, descubrió que una escalera que andaba buscando estaba justo debajo del nicho de su primo.
    Por otra parte, existe en el cementerio una capilla con un gran Cristo crucificado, al que Alfonso asegura ha visto llorar y echar sangre en donde tiene las heridas de lanza. En esa misma capilla hay una losa debajo de la cual hay enterrada una mujer, y Alfonso afirma que cada vez que pasa por encima de ella, siente que se agita, en algunas ocasiones incluso llegando a moverle.
    Estos son algunos testimonios del guarda Alfonso Cozar, que según sus entrevistadores, daba la impresión de ser un hombre totalmente en sus cabales, muy normal y natural, difícilmente daba la impresión de inventarse algo. Por otra parte, otros trabajadores del lugar corroboran los sucesos extraños que por allí pasan, e incluso algunos visitantes del cementerio han sentido cosas extrañas. ¿Realidad o sugestión? Quien sabe...
Cedida por Mª Caridad Ortega

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