Corría el año 1736, previa concepción del marquesado a Jacinto Salvador, cuando Diego de Arizón mató a su esposa Margarita Serquera y a su mayordomo Juan Peix por adulterio, fue un asesinato cruel, dominado y comido por los celos…
Diego de Arizón fue apresado y enviado la prisión de Cádiz, concretamente al Castillo de San Sebastián; pero “azar del destino” recibió el indulto gastando, para ello, una importante suma de dinero.
Así se cuenta que el cadáver de la finada, de Margarita está en un lugar desconocido, emparedada en el caserón…
Casualidad o no, lo cierto es que la dama blanca de Arizón gusta de pasear por la casa, por el torreón, sobre todo –para dar mayor misterio- en las noches de luna llena pasada la medianoche.
Leyenda de un fantasma muy particular el de Margarita Serquera… No es la única pues con la misma familia se relaciona aquella que nos narra como un miembro de la misma se arrojó desde la torre de la casa al ver como uno de esos barcos procedentes de Indias cargados de metales preciosos se hundía antes de llegar a puerto…, en plena desembocadura del río.
En opinión de unos resbaló ante el momento de frenesí nervioso ante lo que estaba viendo, para otros un suicidio por lo que perdía… Pero lo cierto es que triste espectro del suicida es visto como ronda el lugar donde fue visto por última vez.
La visión de un espectro siempre es quimérico, etéreo, irreal… Cuando se entra en la leyenda es aún más quebradizo pero si algún día pasean por Sanlúcar de Barrameda y ven una dama resplandeciente no la molesten, se trata de Margarita Serquera, la dama blanca de Arizón.
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