La calle Alonso de Baena desemboca en otra que tiene también una curiosa historia, se trata de la conocida Calle Nueva, una calle que, a pesar de su nombre tiene algo más de 260 años.
Si nos fijamos en la foto, vemos que la calle tiene casas blancas a un lado y en el otro un desgastado muro amarillo que pertenece al castillo. Pues bien, hasta el año 1755 aquí no existía ninguna calle sino que lo que estaba era el foso del castillo y fue el famoso terremoto de Lisboa el que derribó la muralla norte del mismo llenando el foso de escombros y creando así la calle Nueva, que dicho sea de paso es donde se encuentra el restaurante Alcaraván que os mencionaba al principio de la entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario