La
pequeña población abulense de Navacepeda
de Tormes, situada en la vertiente norte de la Sierra de Gredos, cuenta
entre sus emblemas con una garra de oso de cerca de 400 años de antigüedad,
según la prueba del carbono 14 realizada en su día.
Lo
más curioso es que la zarpa se encuentra instalada en una de las puertas de
la iglesia de San Juan Bautista,
un templo construido en torno al siglo XIII y ampliado en el XV y XVI. Los
vecinos señalan que es, junto al Pozo
de las Paredes, el emblema de esta población situada a 75 kilómetros de
la capital. Es uno de las tres entidades que componen el municipio de San Juan
de Gredos (335 habitantes).
Aunque
se desconoce cómo llegó hasta ese lugar, la leyenda conocida por los vecinos
hace referencia al hecho de que pueda ser un exvoto ofrecido por un segador a Dios o a algún santo en
señal de agradecimiento por haberle salvado la vida cuando fue atacado por un
oso al que venció con una guadaña.
Por
ello, los habitantes de Navacepeda de Tormes defienden la permanencia de la
garra, porque consideran que se trata de "algo curioso que no hay en más
zonas" y que puede datar de la época en la que desaparecieron los osos en
este lugar de la provincia de Ávila.
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