miércoles, 29 de noviembre de 2017

La bruja Catalina Sánchez (Talavera de la Reina, Toledo)

Hace ya cuatro siglos, en la Ciudad de Talavera, residía una conocida hechicera llamada Catalina Sánchez. Catalina Sánchez era capaz de conectar con seres infernales y de echar las suertes con naipes y otras artes oscuras.

Cuenta la leyenda que sus rituales oscuros se realizaban al lado de la Iglesia de San Andrés y muchos nobles y personas influyentes recurrían a ella para diversos casos, entre ellos para contactar con los muertos.

Catalina solía ir a misa de siete, pero sus fines no eran piadosos, su objetivo era otro muy diferente, acudía a la celebración para conseguir agua bendita que luego utilizaría en sus rituales nocturnos.

Fueron muchos los testigos que ratificaron las artes oscuras de Catalina ante el tribunal de la Inquisición, entre ellas, una supuesta amiga de la bruja que describió con detalles el ritual que seguía.

Todo comenzaba al anochecer, Catalina se acercaba hasta la Iglesia de San Andrés y colocaba, en cada una de sus esquinas, ochavos o monedas. Cuando ya había anochecido con el agua bendita robada por la mañana, hacia un círculo y se introducía en él, después rodeaba el círculo de velas negras y repetía oraciones a Santa Marta.

A continuación comenzaban a acercarse hasta el círculo iluminado diversos animales, lobos, cerdos o incluso perros con las monedas en sus bocas.

Las bestias no podían atravesar el círculo de agua bendita y se dejaban interrogar por la bruja.
Una vez obtenida la información, Catalina se despedía de las bestias, de nuevo con oraciones a Santa Marta.


La pena que le impuso la Inquisición fueron 100 latigazos y el destierro de la bruja, para la sorpresa del pueblo que esperaba la hoguera para ella.

Juicio de las brujas. Fuente: Caminandoporparedes.com

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