martes, 28 de noviembre de 2017

La mora de la torre Tolanca (Sonseca, Toledo)

La leyenda trasmitida por tradición oral cuenta que en tiempos de Alfonso VI, cuando arrasó la población mora del poblado de La Mezquitilla, cercano a la torre, un moro superviviente andaba errabundo, oraba en el llamado cerro El Moro (al sur de Sonseca) y guardaba a su hija en la Torre Tolanca. Esta bella y morena mora salía a lavarse a la cercana fuente de la "Boticaria". A los atardeceres subía a lo alto de la torre y mientras se peinaba, cantaba lastimeramente su desdicha. Los pastores, que por allí apacentaban su ganado, quedaban embobados por la voz sensible y suave de la muchacha.
   Uno de estos pastores, apuesto galán, se acercó a la torre y se enamoró de ella, comenzando así un romance entre ellos. Todos los días la visitaba a la misma hora y le enseñaba la doctrina cristiana para poder casarse con ella.
   Un día tomando agua de una oquedad con una vasija, trepó por el muro de la torre hasta llegar a la doncella, le colgó una medalla de la Virgen del cuello, ella se arrodilló ante el zagal, y la butizó poniéndola por nombre Soledad.
  El pastor le pidió que se casara con él. Ella accedió y el mozo en su contento hizo un desafortunado movimiento, resbaló y no pudiendo asirse a ningún agarradero, cayó sobre las duras piedras y se mató ante la mirada atónita de la mora.
  Desde entonces, la mora nunca volvió a cantar, sólo lloraba amargamente sobre la roca su desdicha.

También se cuenta, que en esta Torre Tolanca estaba la entrada de unas galerías subterráneas que cominicaba con el castillo de Almonacid o con la cueva del Quinto del Judío, en las faldas de Los Montes de Toledo.

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