Había
en Villanueva de Ávila unas hermanas avariciosas que querían robar la herencia
que habían dejado sus padres a su hermano. Para ello no dudaron en engañar a su
inocente hermano para quedarse con todas sus tierras, con la bodega, la casa y
todas las cosas que él tenía. No obstante, el destino quiso que el hermano se
encontrara con un hada madrina que le advirtió de lo que le habían hecho sus
hermanas. El hermano, que estaba enfermo, tuvo que luchar mucho para que le
devolvieran lo que era suyo. El hada habló a las hermanas avariciosas
diciéndoles: Os habéis portado muy mal con vuestro pobre hermano y por eso os
castigaré.
A la hermana más alta le dijo: A ti, por
haberte emborrachado de riquezas ajenas, haré que a partir de ahora tu marido
se emborrache también cada día y desde ese día su marido llegaba a casa todos
los días borracho.
A la hermana más bajita le dijo: A ti, que has
querido engordar tus posesiones con propiedades que no te correspondían, haré
que tu hija engorde y se convierta en una vaca. Así lo hizo y cuando el hijo de
la bajita vio a su hermana convertida en vaca, del susto se le cayó todo el
pelo. A partir de ese día, las hermanas penan por todas las desgracias que les
han acontecido por su mala conducta.
¿Leyenda o realidad?
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