jueves, 28 de diciembre de 2017

El duende del Retiro (Madrid)

Según cuenta la leyenda, el Monarca quedaba embelesado con las plantas que parecían crecer de la nada, jornada tras jornada. Incluso los propios empleados del mantenimiento del parque se preguntaban cómo era posible lo que allí sucedia.
Con el tiempo, algunos trabajadores del parque llegaron incluso a afirmar que habían visto al duende perpetrar su obra, pero este peculiar personaje siempre se las apañaba para escapar entre la vegetación y la maleza. Por eso nadie pudo darle captura hasta hoy.
Años más tarde, cuando la Corona cedió el parque para que fuera de uso público, se convirtió en el escondide de muchas parejas. Algunas de ellas también aseguraron que habían sentido su presencia. Y que, además, quien logra verlo implica que serán bendecidos con la suerte de mantener una relación dulce y estable.

Nadie ha podido capturarlo. Solo José Noja, en el año 1985, consiguió congelarlo en el tiempo. Y desde entonces permanece sentado sobre una de las jaulas de la Casa de Fieras que un día ocuparon unos osos pardos. Desde allí observa su obra. Un bonito homenaje para el culpable de que El Retiro, año tras año, se vista de flores en cada primavera.

La escultura del duende es una obra de José Noja

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