jueves, 21 de diciembre de 2017

La Virgen del Remolino (El Molar, Madrid)

Precisamente en las tierras próximas a los viñedos -menos castigados por las heladas- se encuentra la Ermita de la Virgen del Remolino, la cual toma su nombre de la forma en que se apareció. Relata otra leyenda que un soleado día, un grupo de pastores con sus ganados cerca del río, vieron como un gran remolino transformaba el cielo en oscuridad, cambiando el paisaje por completo. Al limpiarse los ojos descubrieron una talla de la Virgen a medio desenterrar. Algo que se interpretó como un milagro a los ojos de la fe, aunque los más escépticos, explican esta aparición como un acto para preservar la talla de la virgen de la invasión musulmana.

Si bien, de la talla original no queda ningún resto ni grabado, los molareños conservan una nueva imagen de la virgen en la ermita situada al sur del pueblo. A este lugar acuden cada año los vecinos para recoger a su patrona y llevarla después a los festejos patronales. Una jornada también conocida como la del pan y el queso, pues se entrega a los quintos del pueblo una tradicional limosna a base de estos alimentos para que tengan fuerzas para subir los ocho kilómetros cuesta arriba que separan la ermita del pueblo.

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