viernes, 15 de diciembre de 2017

Elena (Madrid)

Las historias de amor y muerte suelen ser tan intensas que traspasan la línea del tiempo. En este palacete situado en una plaza tan nocturna como la Plaza del Rey de Chueca, se dan todas las circunstancias para que se produzca una maldición. En pleno siglo XVI, un montero de la corte de Felipe II levanta una mansión coronada con siete (hoy malditas) chimeneas. La casa iba destinada a la hija del montero de nombre Elena y de belleza sin igual en la corte. Su afortunado esposo era el orgulloso capitán Zapata. Tras unos meses de felicidad y pasión, la armada reclama su sagaz mente para rendir batalla en Flandes. Elena se pasa meses deambulando por la casa con una nerviosa premonición que se cumple meses después: su marido ha muerto en una batalla con su unidad de tercios españoles. La tristeza crónica le invade y se sumerge en su mansión sin remedio.

Tiempo después, aparece muerta con una enigmática sonrisa en los labios. En la corte se rumorea que su cadáver tiene marcas de violencia. Madrid se levanta con un rumor envenenado: Elena tenía un amante llamado Felipe II. La noticia se esparce por toda la ciudad y el rey organiza un comité de investigación para esclarecer los hechos. De repente, surge un pequeño problema, el cuerpo desaparece misteriosamente sin querer decirnos si fue objeto de deseo del monarca. En ese momento surge la leyenda de una mujer de blanco caminando por el alféizar del tejado, entre las chimeneas que un día le dieron lumbre a su cuerpo amortajado. En las noches claras se la veía señalando el Alcázar, la residencia de Felipe II. El dedo acusador de la bella Elena permaneció impasible durante siglos aunque su historia se perdió en el tiempo hasta que durante una reforma promovida por el Banco de Castilla en el siglo XIX se encontró un cadáver emparedado de una mujer con unas monedas de oro de la época de Felipe II. No es la única historia de terror que sucede en su interior: también apareció un cadáver en una reforma en 1962 de un hombre que supuestamente se aparecía en la casa, creemos que para no coincidir con Elena en el tejado.

leyendas e historias de misterio madrid

No hay comentarios:

Publicar un comentario